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La presencia del sol cósmico en cada ser vivo en forma de "conciencia cósmica", y la creación en la mentalidad de las consiguientes "estaciones cósmicas"  471. Pero para que la germinación y el crecimiento puedan, en resumen, tener lugar, tiene que haber un sol o fuerza solar. Acabamos de ver que, por lo que concierne a la germinación de la vida cósmica de los seres, este sol o fuerza solar es "X1" y "X2" o el yo, que en contacto con "la energía materna" crea la unidad, a la que aquí en "Livets Bog" hemos dado el nombre de "supraconciencia" que por medio de su vinculación a "X3" crea, a su vez, la unidad definitiva y fundamental que llamamos "un ser vivo".
      Como todos los seres vivos constituyen una unidad formada por estas tres realidades citadas, el sol o fuerza solar cósmica se hace, claro está, presente en cada ser vivo, indiferentemente de la raza, categoría o zona de la espiral que represente, indiferentemente de que pertenezca al micro, macro o mesocosmos. Esta fuerza solar, que también es lo mismo que "conciencia cósmica", es la verdadera fuente eterna de luz y de calor del ser vivo. Con su movimiento rítmico eterno de estado latente a culminación y de culminación a estado latente, forma la concepción de la vida del ser vivo convirtiéndola en un ciclo con un movimiento continuo y eterno del primitivismo al intelectualismo y desde allí de nuevo al primitivismo y al intelectualismo y así sucesivamente.
      Dado que el intelectualismo es lo mismo que "verano cósmico" y el primitivismo es "invierno cósmico", todos los seres vivos tienen, así pues, en su naturaleza este paso innato e inalterable a "veranos" e "inviernos cósmicos" y a "las estaciones cósmicas" que se encuentran entre ellos. Por consiguiente vemos inevitablemente que todo lo que hay en la vida o existencia, ya se trate de seres o cosas, está marcado por estas "estaciones cósmicas". En algunos casos tiene, así pues, "la característica del invierno" mientras que en otras tiene "la característica del verano", "la característica de la primavera" o "la característica del otoño". En la vida cósmica los seres están marcados por "las estaciones" (zonas de la espiral) en el mismo grado que la vida física está marcada por las estaciones físicas. Del mismo modo que en la existencia física hay heladas y frío, calor del sol y tiempo nublado, lluvia y sequía, tempestad y calma, rayos y truenos, en la vida cósmica también hay unas condiciones climáticas semejantes. Como tienen lugar en la conciencia o vida psíquica del ser, se las llama, como ya hemos dicho aquí en "Livets Bog", "climas de pensamientos".


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