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"El cuerpo eterno" del individuo  464. La aparición de cada ser vivo, tanto su organismo como su manera de vivir y la manifestación de sus pensamientos, es un hacer juegos malabares con energías. Este malabarismo revela, en virtud de su lógica o intelectualismo, "el yo" que está oculto tras el cuerpo físico y así mismo su organismo supremo, hasta un cierto grado también oculto, en el que tiene su sede el fundamento de su facultad creadora. Este organismo supremo es, en realidad, "el cuerpo eterno" del individuo y como tal será posteriormente analizado de manera especial aquí en "Livets Bog". En este "cuerpo eterno" el individuo reúne todas las experiencias o conocimientos que ha adquirido, todas sus facultades y disposiciones. A partir de este cuerpo crea sus cuerpos físicos y transfiere sus facultades y disposiciones de vida a vida. En este cuerpo sobrevive, de este modo, a sus existencias físicas o terrenas. Es este organismo lo que el concepto "X2" cubre totalmente.
      En este cuerpo tan superior el hombre terreno no tiene conciencia diurna. Pero con el desarrollo de las fuerzas humanas en su actuación física, con lo cual alcanza un cierto dominio de las fuerzas intuitivas o "energía de la intuición", el ser adquiere conciencia diurna en este organismo suyo, que es su supremo y eterno organismo; se conoce a sí mismo, conoce su propia y elevada identidad como hijo de Dios o como siendo "uno con el Padre".
      Esta experiencia tiene lugar cuando el ser está lo suficientemente desarrollado para ello, por medio del especial proceso que aquí, en "Livets Bog", he calificado de "el gran nacimiento". Y el estado profundamente transformado que así se produce en la conciencia del individuo es lo mismo que "conciencia cósmica".


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