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| "Conciencia cósmica" | 460. Como hemos visto, la relación del individuo con "la conciencia cósmica" es la base absoluta del carácter de su manifestación y conducta en la espiral. Esta conciencia constituye el máximo contacto que el ser vivo puede alcanzar con todo lo demás que hay en la existencia y, de este modo, es la base absoluta de toda la perfección del universo. Ciertamente, es la experimentación que hace el ser de la conciencia de la propia Divinidad. "La conciencia cósmica" se convierte, por consiguiente, en lo más fundamental de toda la existencia. Es la norma de conducta o regla para la creación de toda experimentación de la vida. Toda desviación de esta clase de conciencia es primitivismo y crea imperfección, desarmonía, brutalidad y destrucción o ruina. Pero como esta ruina sólo puede afectar al primitivismo del ser y a los consiguientes efectos destructores, y dado que "la conciencia cósmica" se convierte de nuevo en lo predominante en la conciencia diurna del individuo, y este dominio, como se desprende del símbolo n.º 10 que posteriormente veremos en "Livets Bog", se extiende a las cinco sextas partes de toda la zona de la espiral, hay que reconocer que esta forma de conciencia es la única luz del universo en la que se puede experimentar, juzgar y conocer la verdad eterna y absoluta. Todos aquellos que no tienen "conciencia cósmica" están dominados, hasta un cierto grado, por el primitivismo. Son seres durmientes en los que la facultad de experimentar la realidad absoluta de la vida y su propia alta identidad y procedencia divina como hijos inmortales de Dios reposa transitoriamente. |
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