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| "La conciencia cósmica" y la hermosura de las primeras zonas de la espiral |
447. Tan extraordinariamente divina y fundamental es esta conciencia celestial que incluso en la muerte, a través de su cadáver o ruinas, puede estimular una zona de existencia completa, e incluso convertirse en una revelación de resplandor sobrenatural o un embelesador torrente de abundancia divina.
El fundamento de la hermosura de las primeras zonas de la espiral es, por lo tanto, la agonizante "conciencia cósmica" de seres celestiales.
Se manifiesta a través de la creación de formas por medio de la cristalización.
Los extremadamente hermosos cristales de hielo en nuestras ventanas una noche fría de invierno o la transparencia cristalina o el colorido con que se muestran las piedras preciosas, así como la profusión de flores y la riqueza de colores que impera sobre toda la vegetación, se deben a las funciones automáticas de la agonizante "conciencia cósmica" de los yo que hay tras estos fenómenos.
Son donaciones de los seres celestiales surgidas de la culminación de luz de una espiral anterior.
De este modo, gracias a "la conciencia cósmica" las zonas más oscuras de la espiral no carecerán jamás de alguna luz celestial. Sí, incluso en la zona de la guerra y los sufrimientos esta luz es, como está escrito en el apartado 183 de "Livets Bog", a través de la profusión de flores fuente de inspiración para artistas, escritores y científicos. Son las propias caricias de la vida o de la naturaleza a sanos y enfermos, a felices y desgraciados. Sí, "la conciencia cósmica" es la fuerza soportadora más fundamental del universo. Es la culminación de la experimentación de la vida. Es la propia conciencia de la Divinidad misma. |
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