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La moral y la ciencia constituyen el mismo principio. La moral es una instrucción sobre el modo de vencer "los climas de pensamientos", del mismo modo que la ciencia es una instrucción sobre el modo de vencer los elementos o climas físicos  444. Todas estas contramedidas se manifiestan, sin ninguna excepción, con el concepto común que llamamos "moral". "La moral" constituye, así pues, una incipiente instrucción sobre el modo de dominar los climas de pensamientos, de la misma manera que "la ciencia" es una incipiente instrucción sobre el modo de dominar "los climas" físicos. En principio, "la moral" es para la creación de pensamiento lo mismo que "la ciencia" es para la creación física.
      Si la ciencia y la moral son, en principio, lo mismo, ¿por qué damos a estos dos fenómenos nombres diferentes? Esto es porque dichos fenómenos, en su pura manifestación externa, son altamente diferentes, aunque constituyan el mismo principio. Por esto también son erróneamente concebidos como dos factores sin ninguna relación en absoluto entre sí. La causa de la diversidad de estos dos fenómenos es sólo y exclusivamente un asunto de evolución. Como ya hemos dicho, la ciencia es una instrucción sobre la manera de reconocer la verdad de los climas físicos o la causa de los fenómenos exteriores, mientras que la moral es una instrucción para reconocer la verdad de "los climas de pensamientos", es decir, de las emociones psíquicas internas o de las representaciones que activan la voluntad. De estos dos fenómenos, ciencia y moral, el último es el más antiguo y más fundamental y continúa eternamente. Se encuentra en el ser vivo en todas las posibles relaciones o estados, indiferentemente de que lo sepa o no.


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