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Clarividencia cósmica, su condición y su resultado  441. Por consiguiente, nadie puede crear análisis cósmicos absolutos antes de haber alcanzado un estadio moral suficiente, es decir, un estadio en que el investigador está en contacto armonioso con todos los fenómenos de la vida, de modo que, de hecho, no está en contra de nada ni de nadie. Sólo cuando la incidencia de todos los fenómenos temporales sobre el aparato sensorial tiene lugar sin rozar el alma del individuo se crea la calma y la imparcialidad por medio de las cuales se puede contemplar sin impedimentos la conexión de lo temporal con la realidad. Sólo una contemplación con esta condición puede ser "clarividencia cósmica". Por medio de esta visión las experiencias ya no son simplemente temporales, sino también cósmicas y, con esto, despiertan la visión verdadera o real de la Divinidad, de su organismo, conciencia y ser eterno. Se ve su rostro brillar y centellear a través de cada fenómeno temporal, a través de cada sonido, cada vibración, cada color. La Divinidad es un océano de luz. Y la imperturbabilidad de este resultado cósmico es lo que especialmente el símbolo n.º 9 quiere convertir en un hecho para cada hombre, a medida que éste va estando en condiciones de trascender la esfera de lo relativo y, de este modo, libre de lazos temporales puede comenzar a ver en el interior de la misma vida o zona absoluta de la existencia.


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