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| Véase el símbolo nº 9 en nueva ventana |
| Análisis cósmicos y análisis relativos |
440. Un contraste a esta imagen del universo no científica es, así pues, el análisis cósmico que hemos hecho aquí, por medio del símbolo n.º 9, de la combinación y el ciclo de las energías básicas.
Este análisis es un resultado eterno.
Demuestra la función de las energías como una función eterna y manifiesta cómo éstas armonizan con la eternidad que precisamente van a llenar.
Como la verdadera realidad es la eternidad y no la temporalidad, todo lo que hay en el universo o cosmos tiene, según su análisis supremo, que armonizar con esta eternidad.
Un análisis que sólo armoniza con lo temporal es perecedero, tiene que cambiar de acuerdo con la transformación temporal.
Pero como lo temporal tiene sus raíces en la eternidad, o, dicho con otras palabras, la eternidad es la casa en la que se localiza todo lo temporal, o "el punto fijo" en el que todo lo temporal apoya su movimiento, todos los análisis supremos tienen que mostrar esta relación de lo temporal con lo eterno o este "punto fijo".
En caso contrario el análisis es muy deficiente.
Como todo lo temporal es lo mismo que creación, y creación, a su vez, es lo mismo que movimiento, y movimiento sólo puede constatarse o calcularse correctamente si se considera en relación con un punto fijo, todos los análisis de lo temporal que no manifiestan su relación con la eternidad sólo pueden ser, por lo tanto, temporales y, por consiguiente, perecederos.
A los análisis de este tipo los llamamos "relativos".
Que análisis relativos no pueden ser fundamentos culturales permanentes se da, naturalmente, por supuesto. Los análisis relativos son, claro está, análisis en los que lo visto depende del ojo que ve. Lo analizado, por consiguiente, se pone en claro o se muestra velado en relación con la claridad o falta de claridad del aparato sensorial del analizante, o dicho de otra manera, en relación con su perfección o imperfección. Que concepciones relativas de la misma cosa pueden divergir mucho entre sí no es difícil de comprender. Sólo es necesario comparar la concepción del agua que tiene un hombre que está agonizando en la sequedad y el calor ardiente del desierto con la idea que un hombre que se está ahogando en el mar tiene de la misma cosa. Estas dos concepciones no son el verdadero análisis del agua, sino que, al contrario, son más bien un análisis de las desdichadas situaciones de estos dos seres. Los análisis relativos del universo o de fenómenos cósmicos son, de la misma manera, más análisis del estado temporal transitorio del origen de los análisis en cuestión, de su dependencia de posición, honor, riqueza, sufrimiento, felicidad y desdicha material, que de las realidades cósmicas mencionadas que se pretende expresar. |
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