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Todo el sol del universo es "energía sexual macrocósmica". Con respecto al organismo, el centro de fuerza sexual es grande  421. Dado que tanto el globo terrestre como el Sol son órganos en un organismo todavía mayor (el del ser-Vía Láctea) y, por lo tanto, cada cual tiene que tener su misión o tarea que cumplir, la gran interrogación es en qué consisten estas tareas. Esto es también fácil de responder. Cada uno de estos dos tipos de astros representa fuerzas muy distintas. Ya sabemos que las fuerzas solares eran la reacción del encuentro de las energías del anhelo de "los seres bienaventurados" con la energía del instinto, del peso y del sentimiento, es decir, las energías no intelectuales de la espiral. La interacción entre estas energías dio lugar a una propagación de las materias físicas de la vida. Dicho brevemente, este proceso se convirtió en idéntico a todo lo que forma parte del concepto "sexualidad". Toda la luz solar del universo es, por consiguiente, "energía sexual macrocósmica". Esta energía, que en lo más profundo de sí surge de los seres celestiales, es, así pues, la que estimula toda formación o creación física. Ningún organismo físico o formación corporal sería posible sin el brillo del sol, su luz y su calor.
      Cuando contemplamos el inmenso organismo del que el globo terrestre es un órgano, es evidente para todos lo importantes que son las fuerzas solares, es decir, "las energías sexuales", y la inmensa fuerza energética que de manera proporcional dichas energías representa en un organismo.


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