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Un acto sexual o concepción es un desencadenamiento de fuerzas eléctricas. La formación de los cuerpos celestes también se basa en un acto sexual en el macrocosmos  419. "La electricidad" es, así pues, lo primero que se forma cuando se crea un astro físico o cuerpo celeste en el universo, del mismo modo que también es lo primero que se forma cuando tiene que comenzarse a crear el organismo de un ser. ¿Qué es una concepción, qué es un coito o acto sexual? ¿es otra cosa que un desencadenamiento o transferencia de fuerzas "eléctricas"? No comienza, precisamente, como una manifestación de pensamiento extremadamente viva que, convertida en un hecho concreto, de manera normal se propaga a través de los órganos sexuales al "semen", que, claro está, es "la semilla" del organismo, es una especie de "núcleos de talentos" físicos. Por medio de esta fuerte reavivación procedente de la manifestación de pensamiento sexual de los seres en cuestión que, claro, actúa como una especie de éxtasis, el semen, siempre que el acto sexual se haya llevado totalmente a cabo, se pone en unas condiciones por medio de las cuales puede "germinar", y un nuevo organismo puede comenzar.
      Lo primero que se forma en la creación de un organismo es, de este modo, una suma de fuerzas mentales que pueden seguirse propagando a través de fuerzas físicas. Y esto es exactamente lo mismo que sucede en el universo cuando se va a crear un nuevo cuerpo celeste. Un cuerpo celeste es, según su análisis cósmico, un instrumento para la manifestación física de un yo, del mismo modo que nuestro propio organismo físico es un instrumento para la manifestación de nuestro propio yo en la zona física. Y del mismo modo que la creación de nuestro organismo no puede comenzar sin un acto sexual, es decir, sin una extraordinaria activación de la energía de pensamiento adecuada al caso, que por medio de su desplegamiento en la práctica, en parte hace que el semen pase de los órganos masculinos a los órganos femeninos, y en parte vivifica los gérmenes del semen de modo que la germinación o evolución necesaria pueda comenzar, así también la formación de cada astro está condicionada por una extraordinaria manifestación sexual de pensamiento por parte de seres del macrocosmos.
      Lo primero puramente material de este proceso, de este "acto sexual macrocósmico" que es visible para el hombre terreno es todo lo que existe como "nebulosas". Éstas constituyen, en realidad, "semen macrocósmico" que se ha desencadenado. Más y más puntos concentrados de este "semen" se hacen visibles, gradualmente se alejan de su estado de nebulosa y se condensan en sistemas luminosos independientes. Son estos sistemas lo que conocemos como "sistemas solares". Estos sistemas se desarrollan de nuevo y también se revelan paulatinamente como formados por puntos concentrados cuya luz está disminuyendo muy fuertemente, es más, por lo que concierne a algunos de ellos está, incluso, totalmente extinguida. Estos puntos oscuros o extinguidos constituyen lo que llamamos "planetas". La Tierra constituye un "planeta" así.
      Como estos astros oscuros en muchos casos se han anexionado "planetas" menores, que llamamos "planetas secundarios", "satélites" o "lunas", también constituyen por sí mismos un sistema. Como sabemos, el globo terrestre, sin embargo, sólo tiene un satélite o luna. Pero que este globo terrestre, de otra manera, también constituye un sistema inmenso con una vida pululante y con energías y sus funciones, que verdaderamente es un organismo completo con microseres de carne y sangre, hace ya mucho tiempo que se ha convertido en un hecho para el investigador evolucionado.


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