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La justicia es imposible en un mundo en que la concepción que los seres tienen del universo es, en sí misma, falsa  416. Justicia es, a saber, lo mismo que cumplimiento de las leyes de la vida. Pero cómo puede haber justicia en un mundo cuya humanidad no conoce las leyes de la vida, sino que ve "la muerte" en el océano de detalles o procesos creadores, que están fuera de su facultad de comprender, a pesar de que éstos muestran como mínimo la misma alta lógica o intencionalidad que la que se exige para que la humanidad misma pueda crear de una manera lógica y perfecta. Los conceptos morales y los acontecimientos de esta misma humanidad tienen, por consiguiente, que basarse necesariamente en la adoración de la irrealidad. Pero los seres no lo ven. Sólo ven "la muerte" o "la falta de vida" en todo, y debido a ello temen este estado, que en realidad es ilusorio. Todo su idealismo y toda su moral tienden a crear un modo de ser o conducta que, por sí misma, tendría que ser una protección contra esta "aniquilación" o "muerte". Pero cuando la conducta de la humanidad tiende, de este modo, a cumplir leyes y condiciones que, en realidad, sólo representan figuraciones o superstición, este cumplimiento sólo puede existir como una gran injusticia que clama contra la verdadera imagen del universo y su origen, la Providencia o Divinidad. Como los seres vivos son, de algún modo, idénticos a la Divinidad, esto quiere decir, así pues, que la ignorancia de la humanidad terrena sobre la verdadera imagen del universo lleva a esta misma humanidad a vivir en una práctica muy amplia y singular de "injusticia" contra sí misma. Es con respecto a esta "injusticia" que "el día del juicio" viene como una beneficiosa liberación.


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