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La solución del enigma de las materias "sin vida". Las funciones del "reino mineral" son "expresiones de vida"  411. Pero este reino no es ningún "reino de la muerte". Al contrario, constituye la expresión más fundamental de la última consecuencia de toda la función vital de los seres vivos a lo largo del inmenso espacio y tiempo de una espiral. Es cierto que, para la percepción puramente física, esta consecuencia no manifiesta ningún origen con conciencia diurna despierta tras sí, dado que todos los movimientos o funciones del "reino mineral" tienen lugar de una manera independiente, pero esto no es ninguna prueba de que estas funciones no sean "expresiones de vida". El organismo humano en su conjunto, igual que los organismos de todos los otros seres vivos, está, por decirlo de algún modo, construido por medio de funciones independientes, es decir, funciones que se encuentran fuera de la actual voluntad o capacidad de la conciencia diurna despierta del individuo.
      Como estas funciones expresan en muy alto grado lógica, lo cual a su vez es lo mismo que intencionalidad, y ésta por su parte sólo puede existir teniendo como base el deseo de que se cumpla el objetivo que tiene que tener como consecuencia, es por consiguiente un hecho que las funciones o movimientos del "reino mineral" son "expresiones de vida", ya que el deseo sólo puede existir como una propiedad de un ser vivo. Las cosas "muertas" no pueden desear nada. Las inmensas masas de energía del "reino mineral" son, así pues, todas ellas objetivos planeados que se han cumplido. ¿Pero quién es el origen de estos objetivos? Los seres terrenos no pueden serlo. Y se da, desde luego, por descontado que estos objetivos no tienen su origen entre los seres que aparecen con carne y sangre. Pero, por medio del análisis de las zonas de la espiral, también hemos visto precisamente aquí, que los seres vivos son, en sí mismos, señores de todas las energías de la espiral y así pueden crearse experiencias de vidas o existencias en cada una de las especiales zonas de energía de la espiral, y por medio de esto demuestran precisamente su inmortalidad.
      Como esta existencia o esta vida inmortal, a su vez, no puede existir si no es en forma de un análisis trino o manifestación de tres principios especiales como unidad inquebrantable, a saber, lo que he expresado como "conocimiento-A", "conocimiento-B" y "conocimiento-C", que, por su parte, constituyen pensamiento con conciencia diurna despierta, la transferencia de este pensamiento a una actuación real y la repetición de esta actuación hasta conciencia habitual respectivamente, tenemos aquí la solución del enigma de las materias "sin vida". "El algo" misterioso que llamamos vida tiene, así pues, tres formas de manifestarse. Existe como el pensamiento de un ser, como su manifestación consciente, o bien como su función habitual o automática no consciente. Y aquí estamos frente a las funciones que se encuentran en los organismos de los seres por todas partes en la naturaleza, y se trata de las mismas funciones automáticas que se hacen sentir por todas partes en "el reino mineral". Semejantes funciones automáticas no habrían podido crearse sin haber existido de antemano como funciones habituales. Y como éstas tampoco se han podido crear sin previas funciones de voluntad realizadas con conciencia despierta, todas las funciones del "reino mineral" son lo mismo que funciones de conciencia y, por consiguiente, son irreversibles "manifestaciones de vida".


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