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Por qué "el ser bienaventurado" sólo tiene interés por las zonas más bajas de la espiral y cómo, debido a ello, se aleja cada vez más del "mundo divino"  406. Con la vivencia total o la saciedad de una forma de vida surge en la conciencia del individuo un rechazo de esta forma de vida. Como es un hecho que esta saciedad crea deseo del contraste de la forma de vida de la que uno se ha saciado, la conciencia, naturalmente, se detendría, se convertiría en una barrera, en un "infierno" si no hubiera esta existencia que es su contraste y, por consiguiente, no existiera ninguna satisfacción del deseo causado por la saciedad. Y una muerte verdadera y real tendría entonces finalmente que convertirse en un hecho.
      Que "el ser bienaventurado" sea atraído por los recuerdos de los siglos de tiempo anteriores en las zonas más bajas de la espiral se debe, como ya hemos dicho, a que está totalmente saciado de la vida superior y perfecta de los mundos celestiales, cuya culminación acaba de experimentar en "el mundo divino". Pero no puede repentinamente estar en condiciones de vivir en estas zonas primitivas. Tienen que pasar muchos siglos antes de que el ser de la esfera propia de Dios o "mundo divino" pueda ser un perfecto instrumento del "principio mortífero" y de este modo pueda experimentar de una forma real, en carne y sangre, la forma de existencia que ahora es, cada vez más, la luz que más codicia y su más alto ideal de vida constituyendo así la meta para la satisfacción de sus deseos. Por consiguiente, en primer término tiene que contentarse con tener acceso a los detalles de las zonas más bajas que tiene en su propio "mundo interior", a saber, los recuerdos de las zonas elementales de la espiral que ya ha vivido. Con su creciente interés por la forma de vida que se encuentra en la base de las zonas elementales de la espiral se aleja cada vez más de la luz del "mundo divino", aunque como es natural estará todavía mucho tiempo envuelto en el esplendor celestial de este mundo. Este esplendor está presente a lo largo de todo el mundo "interior" y "exterior" del "reino de la bienaventuranza", y su rastro hasta puede encontrarse indirectamente en el olor y los colores del reino vegetal, es más, incluso a través de todo el intelectualismo que transformado en función automática crea la verdadera base para que los seres sean conducidos de una manera perfecta a través de las zonas no intelectuales de la espiral.


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