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"El hombre" y "la mujer" o "los seres macho" y "hembra" degeneran, pero surge "el genio"  403. Pero "el ser bienaventurado" que ha revivido toda la espiral sigue contemplando su propio áureo mundo interior. En el resplandor celestial de sus "copias de oro" ve, a través de la experimentación de sus propios recuerdos, el transcurso posterior de la vida sexual. Ve el fin del reino animal en su propia conciencia y en la de sus semejantes de la misma edad espiritual. Ve cómo esta muchedumbre de semejantes de la misma edad se transforma poco a poco en tan numerosa y cómo, por consiguiente, la infracción de las leyes animales, a pesar de la pena de muerte, el encarcelamiento, el escándalo y el odio es tan vasta que la masa tiene que comenzar a cambiar sus leyes, tiene que empezar a suavizarlas a favor del futuro nuevo reino. Pero "el ser bienaventurado" revive además en su "mundo interior" cómo la masa o los seres de la sociedad, por medio de este crecimiento, se deslizan hacia una zona en la que gimen en relaciones amorosas matrimoniales desdichadas. La floreciente infidelidad y los muchos matrimonios y divorcios de los individuos concretos muestran que éstos, en muy alto grado, ya han entrado en contacto con los rayos de este nuevo reino y, en realidad, ya son matrimonialmente anormales, hace tiempo que han abandonado la fidelidad animal del apareamiento que es la condición para el matrimonio perfecto o feliz. "El ser bienaventurado" también ve como "la anormalidad" se extiende cada vez más. El interés por múltiples procesos creadores en forma de arte y ciencia compite con el interés por el matrimonio. Estos intereses socavan al ser especialmente "macho" y "hembra" del reino animal, pero crean al "genio". Porque ningún "genio" ni ninguna creación genial o perfecta puede de ninguna manera surgir de un ser cuyo polo contrario está en estado latente al cien por cien. Posteriores análisis cósmicos de "Livets Bog" mostrarán que este último ser sólo puede existir con un interés y una fidelidad totalmente arrolladora para con la pareja. Esta pareja es el único cielo que existe para este ser. Aparte de esto, sólo puede usar sus facultades y fuerzas en una sola dirección, a saber, al servicio de los celos. Es el ser combatiente perfecto e innato. Si tiene interés por otras cosas que las citadas, ya ha dejado de ser un "animal" en su forma más pura. Entonces ya es un ser "anormal" desde el punto de vista del animal.


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