Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(289-638) 
 
Búsqueda avanzada
Véase el símbolo nº 9 en nueva ventana    

 

El globo terrestre es el organismo de un ser vivo. El globo terrestre y su origen o yo es un "hombre terreno" de una espiral superior  378. La materia física de nuestro alrededor expresa, así pues, conciencia y voluntad. ¿Y qué quiere entonces esta voluntad? Lo que sucede es que esta voluntad hace tiempo que se ha convertido en "función automática" para su origen, lo cual quiere decir que hace tiempo que se basa en un órgano independiente y, por consiguiente, no surge directamente de "la conciencia diurna" de este origen. Este "deseo" o "voluntad" forma parte de las funciones de conciencia que trabajan independientemente fuera de "la conciencia diurna" de dicho origen, del mismo modo que la circulación de la sangre, el crecimiento y la digestión en el interior de nuestro organismo. Pero esto no impide que su fuerza y su influencia actúen de una manera real sobre nuestro destino puramente físico. Es más, sin la presencia permanente de esta fuerza no habría ninguna condición en absoluto para una existencia puramente física. Sin la presencia de una fuerza todas las cosas se harían pedazos. A los seres y a las cosas les sería imposible estar ligados al globo terrestre. Esto se comprende mejor cuando se sabe que es la fuerza que en nuestro lenguaje cotidiano llamamos "fuerza de gravedad", y que da lugar a todas las caídas. El que todas las cosas se precipiten hacia la Tierra, de que caigan en dirección al interior de la Tierra o a su centro, expresa "la voluntad" de un ser convertida en "función automática". El resultado conjunto de esta voluntad es el globo terrestre físico en el que nos movemos. Este globo terrestre se basa, ante todo, en el hecho de que tiene que ser un instrumento, un organismo físico para el origen de esta "voluntad", de la cual es un resultado.
      Que nosotros podamos al mismo tiempo, como microindividuos, vivir y construir en este organismo, o crear en él base o fundamento para nuestra propia existencia física es algo simplemente análogo a la existencia que los microseres llevan en nuestro propio cuerpo físico, al mismo tiempo que esto revela la inmensa sabiduría en que se basan las leyes de la naturaleza.
      Del mismo modo que nuestro propio organismo físico es un instrumento o cuerpo para nosotros, el globo terrestre en el que nos movemos es también un cuerpo físico para un ser vivo. Con esto se ve que este gigantesco "ser-globo terrestre" está igual de atado a la materia física que el hombre terreno. Del mismo modo que este último ser no puede disolver su cuerpo físico por medio de una concentración de pensamientos, "el ser-globo terrestre" tampoco puede disolver el globo terrestre físico por medio de una concentración de pensamientos. Este ser está, así pues, en principio atado a la pesada materia física de la misma manera que el hombre terreno. Representa simplemente una espiral superior. Es un "hombre terreno" de esta espiral.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.