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| Véase el símbolo nº 9 en nueva ventana |
| El yo retira la conciencia de las zonas de dolor | 374. Como todo dolor y sufrimiento se basa, precisamente, en la interacción de la energía del sentimiento y del peso, y estas energías o materias sólo obedecen al pensamiento indirectamente, el dolor y el sufrimiento sólo se convierten, por lo tanto, en una manifestación o experimentación indirecta. Imagínense qué bendición. Dado que el dolor y el sufrimiento sólo pueden, por consiguiente, existir como una experiencia indirecta, únicamente pueden tener lugar en el mundo "exterior" del individuo. Éste tiene, de este modo, todo un mundo entre sí mismo y los sufrimientos al que se puede retirar. Si no fuera así, "la muerte" no sería jamás una liberación del sufrimiento puramente físico, del mismo modo que no existiría nada llamado "anestesia". Y "el desmayo", este acto divino propio del yo que consiste en retirar provisionalmente la conciencia de las zonas de dolor, sería así mismo imposible. |
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Síntesis