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La cuarta fuente de fuerza del yo. La energía de la inteligencia. La naturaleza constituye una conciencia  354. Pero solamente con el instinto, el peso y el sentimiento no puede crearse nada sistemático en absoluto. ¿Y qué es algo sistemático? Es algo por medio de lo cual se pueden dirigir las reacciones que tienen lugar entre la energía del peso y la energía del sentimiento para crear una cosa útil. Por medio de este algo se pueden dirigir las energías explosivas, se puede determinar su violencia, o bien hacer que la energía del sentimiento haga que la energía del peso pase a ser totalmente latente en situaciones en que esto es lo más útil. Que existe un "algo" así es, claro está, un hecho del que no se puede prescindir. Cada ser humano, incluso un animal regularmente avanzado, trabaja en muchas situaciones en virtud de este "algo". Toda la técnica guerrera se basa en el hecho de dirigir "la energía del peso" o energía explosiva. Sí, todas las creaciones de la humanidad, su construcción de casas, su fabricación de máquinas, aparatos y obras de arte manifiesta en sumo grado la existencia de este "algo". Al igual que "el instinto", este "algo" sólo es conocido como una propiedad de la conciencia que llamamos "inteligencia".
      Pero como ésta, al igual que "el instinto", sólo existe como una función, y función es, a su vez, un tipo de movimiento, "la inteligencia" también es, así pues, una determinada forma de activación de energía. Aquí, en "Livets Bog", este desencadenamiento de energía es designado como la cuarta energía básica con el concepto "energía de la inteligencia".
      En la concentración de energía que tiene lugar por medio de "la energía del peso" y "la energía del sentimiento", hay por consiguiente, en realidad, una metodicidad al cien por cien. La materialización o concentración de la materia física, lo mismo que su disolución, revela que esta materia es dirigida. Pero el hecho de que estas tres energías: "instinto", "peso" y "sentimiento", en su combinación o composición como materia sólida, sean dirigidas quiere decir que el yo, o lo que es el origen de la composición, está en condiciones de dominar las tres energías nombradas, puede ponerlas en la combinación correcta según su deseo o su voluntad. Pero este dominio sólo puede depender de otra energía existente. No se puede trasladar una energía o sustancia si no es por medio de energía o sustancia. Como esta sustancia o esta energía es en este caso "la energía de la inteligencia", esta energía se transforma en un hecho.
      Como se muestra que, según su análisis supremo, toda creación normal es sistemática o inteligente, indiferentemente de que se trate de una creación de la naturaleza o de los seres humanos, por medio de la presencia de esta "energía de la inteligencia" en todos los productos se convierte en un hecho que la misma naturaleza constituye una "conciencia", y que está compuesta por las mismas energías que los propios seres vivos.
      "La energía de la inteligencia" constituye, así pues, una fuerza por medio de la cual el yo puede dirigir su combinación de materia o la creación de su manifestación. Sin esta energía, en el universo o existencia no podría tener lugar ninguna lógica o creación dirigida por una voluntad. La energía de la inteligencia" constituye, por consiguiente, la cuarta gran fuente de energía del yo.


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