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La segunda fuente de fuerza del yo. La energía del peso, el fuego o la energía del sol  351. Pero con la rutina adquirida por el yo usando esta fuente de fuerza o energía del percibir vagamente, se desarrolló, como hemos dicho, el apetito de alimentarse de organismos animales y, con ello, una facultad cada vez mayor de asimilar este alimento. Esta nueva facultad no se manifiesta como "percepción vaga" sino, al contrario, como estimulación de la disolución o digestión de los organismos de que éste desea alimentarse. Este proceso de disolución es el incipiente comienzo del despliegue del "principio mortífero". Esta función disolvente o mortífera constituye, también, una clase especial de combinación de energía. Esta energía especial es lo que en "Livets Bog" llamo "energía del peso". Su naturaleza verdadera y más importante es una especie de "combustión". Cuando aparece con su mayor concentración es idéntica al fuego físico. En su forma más pura es lo mismo que "la energía solar". En la conciencia del ser, le da al despliegue de fuerza de éste la intensificación de tipo explosivo que más tarde en la fiera hace que ésta domine la resistencia de los seres que desea como alimento. La sensación de este despliegue de energía en la conciencia u organismo se conoce comúnmente como "arrebato de cólera". "La energía del peso" (el fuego o la energía solar) es, así pues, la segunda fuente de fuerza del yo.


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