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Cuando los sueños se muestran como "predicciones", "visión a distancia", "paseos fuera del cuerpo físico", "traslado a lugares lejanos", etc.  339. Por medio de su cuerpo físico, al yo le es posible percibir las reacciones del contacto de su cuerpo con el mundo físico. Esta reacción es, por consiguiente, "la conciencia diurna" o conciencia física despierta del individuo. Pero dado que este individuo, como hemos dicho, también puede experimentar reacciones análogas a éstas en un estado igual de real, sin que el cuerpo físico esté en funcionamiento, es un hecho que estas reacciones (las experiencias de los sueños) tienen que ser el resultado del contacto del yo con algo distinto al mundo físico.
      ¿Qué es, entonces, este algo distinto? La respuesta más corriente es que estas reacciones o experiencias son "fantasías", "delirios febriles", "alucinaciones" o "imaginaciones". Pero ninguno de estos conceptos da en absoluto una respuesta científica a la pregunta. Al contrario, sólo expresan que la ignorancia y la ingenuidad de su origen en este campo especial son totales, han culminado. Que estas experiencias son "visiones" lo sabe todo el mundo. Que tengan lugar cuando se tiene fiebre no es más aclaratorio que su aparición vinculada a cualquier otra perturbación u obstáculo que impida que el sueño normal haga su aparición. Que sean "alucinaciones" es difícil de confirmar en los casos en que los sueños han sido una verdadera guía para la conciencia diurna, han sido una predicción de cosas relacionadas con el destino del ser en cuestión que más tarde se han cumplido de una manera exacta. "Alucinaciones" tampoco pueden ser en una situación en que el ser está, por medio de su sueño, en condiciones de describir cosas, que jamás ha visto o sospechado que existían, con una exactitud de detalles que está al cien por cien conforme con la realidad. Explicar una experiencia psíquica así como el resultado de "la imaginación" tampoco está de acuerdo con la lógica. Y la cuestión sigue, así pues, sin respuesta. Queda el hecho de que el individuo en el estado en que sueña "ve", "oye", "huele", "gusta" y "percibe", aún cuando todos los órganos físicos para estas funciones están en estado de reposo. Y como esta experiencia, mientras tiene lugar, es igual de real que la experiencia física, e incluso el ser en cuestión ni siquiera sabe que sueña, y se encuentra inmerso en una forma de experimentar igual de real que cuando se halla en el estado despierto, es más, dicha forma de experimentar a veces hasta sobrepasa la experiencia física, ya que "lo visto" o "experimentado" ha tenido lugar en sitios que se encuentran a miles de kilómetros del sitio donde dormía el cuerpo físico del ser cuando tenía lugar "la experiencia", el estado en que se sueña no puede ser ignorado como algo irreal por el investigador que busca precisión. Al contrario, para él el estado en que se sueña se convierte, en realidad, en la primera prueba real de que hay otra "existencia en estado despierto" que la física, en la que el individuo puede estar en actividad con total conciencia o ejercer su plena función de pensamiento, aunque el cuerpo físico se encuentre totalmente fuera de función. Indiferentemente de cómo se explique el problema, habrá siempre un hecho inalterable, el de que, en el ser vivo, el estado en que se sueña a veces se revela como idéntico a la experiencia de "predicción", "visión a distancia", "paseos fuera del cuerpo", "traslado a lugares lejanos", "experimentación de cosas o acontecimientos sobre los que el ser en cuestión no ha tenido la menor idea en estado físico despierto".
      Puede ser que el estado en que se sueña sólo se muestre idéntico a estos estados en un grado muy limitado. Pero esto no altera su identidad como prueba de que, además de la existencia física, hay otra "existencia en estado despierto" que es real, si únicamente tiene lugar un sólo caso que pueda documentarse que es idéntico a los fenómenos antes mencionados. Este caso único será manifestación o prueba suficiente de que existe una forma de experimentar superior o más libre que la física, es decir, una "existencia despierta" en la que se pueden experimentar cosas que es imposible experimentar en "la existencia" física "despierta". Y, por lo tanto, se transforma también en un hecho que el individuo, como ya hemos dicho, existe en dos mundos.
      Los sueños manifiestan así pues, en ciertos casos, una especie de conciencia diurna o "existencia despierta" verdaderamente positiva, aunque de una naturaleza totalmente distinta a la conciencia diurna física. Una de estas formas es, así pues, un "estado despierto" basado en el cuerpo físico y su sistema nervioso. La otra es un "estado despierto" con una "visión", un "olor", un "sabor" y una "percepción" totalmente independientes de los sentidos físicos.


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