Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(289-638) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

"La supraconciencia" y la voluntad  327. El crecimiento de un individuo a través de estas dos formas de despliegue es, por consiguiente, lo mismo que el paso por lo que en el primer volumen de "Livets Bog" he designado como una "espiral de evolución". De estas dos realidades los lectores ya conocen bien la primera, ya que todos los seres vivos de la Tierra se encuentran, precisamente, en la parte de la espiral en que esta realidad es la dominante. Menos conocida es, en cambio, "la involución", que como veremos posteriormente sólo tiene lugar en otras esferas de existencia.
      La manifestación del ser vivo está sometida a este ritmo eterno. "La supraconciencia" es llevada de estadio a estadio a través de toda la espiral. Este fenómeno tiene lugar a base de "los núcleos de talentos" del "elemento de destino". Pero como "los núcleos de talentos" sólo pueden existir como resultados de unos tipos de manifestación que se han entrenado previamente, y dado que estas manifestaciones, en su primer origen en forma de "conocimiento-A", sólo han podido existir como actos de voluntad, de los que el cerebro ha tenido conciencia, la conducción actual de "la supraconciencia" a través de los estadios, su atracción o repulsión de las diversas energías o sustancias de estos estadios es, por consiguiente, un resultado de los actos de voluntad o disposiciones precedentes del individuo, que han tenido lugar con conciencia diurna, aunque esta conducción presente se encuentre totalmente fuera de la conciencia diurna actual del individuo.
      A pesar de que "la supraconciencia" se despliega automáticamente y actúa fuera de la conciencia diurna del individuo, es, no obstante, un fruto o resultado de la precedente voluntad consciente de este individuo. Pero dado que esta voluntad que reside en la conciencia diurna es, de este modo, la primera y más profunda causa de la naturaleza y funcionamiento de "la supraconciencia", aquí se hace evidente que es el individuo el que a través de su conciencia diurna crea el carácter y las cualidades de la manifestación futura de su "supraconciencia" y no lo contrario, del mismo modo que el mismo individuo ha creado las reacciones propias de su actual "supraconciencia" con una conciencia diurna antigua. Así pues, la naturaleza de "la supraconciencia" sólo es, en realidad, las reacciones de una conciencia diurna anterior. La actuación y los actos de voluntad actuales que el individuo realiza con conciencia diurna son totalmente decisivos para la manera en que su "supraconciencia" se manifestará en una vida física futura. Hoy el individuo puede, de este modo, hacer que su futura "supraconciencia" se manifieste de una manera perfecta, haga de su origen un genio, pero por medio de su conciencia diurna también puede hacer hoy que esta "supraconciencia" en el futuro haga que su origen se manifieste físicamente como un subnormal o como un enfermo mental.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.