Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(289-638) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El principio trino sólo puede existir como "un ser vivo". El conjunto de todas las materias del universo es lo mismo que "el espíritu de Dios"  318. Como acabamos de ver, el yo sólo constituye por propia naturaleza un "algo" sin nombre, del que únicamente podemos decir que "es". Pero como nunca ha empezado, sino que constituye una realidad eterna, y así mismo ha estado eternamente vinculado a las otras dos realidades o principios, por medio de los cuales se manifiesta como constituyendo "un ser vivo", las tres denominaciones "X1", "X2" y "X3" no constituyen en realidad un análisis de tres cosas, sino que al contrario tienen que concebirse como tres análisis de una única y misma cosa. Esta cosa constituye, así pues, "el ser vivo". Este ser constituye, de este modo, una unidad compuesta por tres principios y se transforma, con ello, en idéntico a "un principio trino". Este "principio trino" no podrá jamás existir, en ninguna situación, en ningún caso en absoluto, de otra manera que en forma de "un ser vivo". Este ser, por ello, no podrá jamás en ningún caso existir o revelarse sin ser idéntico a "sustancia". Y, así mismo, "la sustancia" no existirá en ninguna situación en absoluto sin manifestar "un ser vivo", ya que nunca, tal como seguiremos tratando más tarde, podrá existir sin manifestar una forma de reacción. Como reacción, a su vez, sólo puede existir como idéntica a alguna forma de energía o movimiento organizado, es decir, creación sistematizada, y una creación así sólo puede existir como una propiedad de un ser vivo que manifiesta "conciencia", y "conciencia" es, por su parte, lo mismo que "espíritu", se hace aquí evidente que "espíritu" y "materia" son idénticos.
      El primer gran análisis cósmico de la materia, de la sustancia del universo o los materiales del ser vivo para la manifestación es, así pues, que es "espíritu". Y la expresión eterna "El Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas", es decir, "la conciencia de Dios estaba presente en toda sustancia" comienza, de este modo, a mostrarse aquí como una verdad científica.
      Pero como la fuente donde el yo encuentra su fuerza es absolutamente idéntica a la materia o la sustancia, el concepto "espíritu de Dios" es lo mismo que la denominación usada en general para todas las fuentes de la existencia que dan fuerza a los yo.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.