Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(289-638) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El yo es eterno, pero sus producciones son "temporales" o "mortales"  315. Pero como el yo o "el algo" divino no es una cosa creada y, de este modo, por sí mismo está por encima del espacio y del tiempo, ha existido eternamente. No tiene, por lo tanto, ningún principio en absoluto, y es imposible que tenga un fin. Todo lo que forma parte de estos conceptos se encuentra en otra esfera que el propio yo, ya que sólo puede tratarse de situaciones concernientes a las cosas producidas por el yo de materia o sustancia. El yo existirá siempre antes y después de la producción. Y es, precisamente, a través de esto que se muestra como encontrándose por encima del tiempo, dado que éste sólo puede expresar el desarrollo de la existencia de cosas "creadas" desde su formación hasta su cese. Pero como las cosas "creadas" sólo constituyen las reacciones del yo en la sustancia o la materia, el yo también se transforma, de esta manera, en el propio señor y creador del tiempo.
      Además es un hecho que si hubiera habido un tiempo en que el yo no tenía conciencia ni organismo, es decir, no tenía facultad de crear ni materia, estas dos realidades tendrían que haber surgido de nada. Pero esto es imposible. "Algo" no puede surgir de "nada". Además, como las realidades nombradas constituyen justamente las condiciones principales para toda forma de creación, una creación tal sería imposible en un momento en que el yo carecía de ellas. La vinculación del yo a la facultad creadora y a la sustancia también ha existido, así pues, desde toda la eternidad. Esta facultad creadora no es, por consiguiente, una cosa "creada", sino que constituye un principio eterno que se manifiesta con una corriente de variaciones que se suceden eternamente. Con cada nueva variación, el yo puede producir de modo correspondiente un nuevo efecto o una nueva reacción en la materia. Esta reacción es a lo que llamamos una "cosa creada". Una cosa así tiene, por consiguiente, un comienzo y un final y se la califica, por lo tanto, de "temporal" o "mortal", lo cual quiere, a su vez, decir que ha empezado una vez y que cesará de nuevo.
      Lo que en la existencia es "temporal" o "mortal" no es, por lo tanto, la unidad formada por las tres "X", que constituye al "ser vivo" en sí, sino al contrario las producciones de este ser o las "cosas creadas".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.