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"La química cósmica" y la creación de talentos  300. Aquí se harán quizá observaciones y se dirá que el carácter, al igual que los talentos y disposiciones, es algo innato y, de este modo, está presente en la conciencia, lo queramos o no. Y esto es naturalmente verdad hasta un cierto punto. Pero en los análisis expuestos en el capítulo 94 de mi libro "Lógica" sobre "conocimiento-A", "conocimiento-B" y "conocimiento-C", se verá que todas las cualidades, talentos o disposiciones han sido en su incipiente comienzo actos de voluntad y, desde aquí, han evolucionado hasta la forma autónoma de función que llamamos un "hábito de la conciencia" y ya en este estado pueden calificarse de "facultad" o "talento".
      Cuando el hombre tiene facultades o talentos de naturaleza negativa para sí mismo o para su entorno, estas facultades o estos talentos sólo han podido crearse en su incipiente comienzo como conocimiento, para transformarse luego en actos de voluntad controlados, que al ser repetidos un número suficiente de veces, se convierten en hábitos de la conciencia. Del mismo modo puede el hombre, naturalmente, desarrollar o adquirir buenos talentos haciendo que se conviertan en hábitos de la conciencia y, de este modo, librarse de los talentos y las disposiciones de tipo negativo.
      De este modo, uno puede ya a partir de hoy comenzar a usar mejor material para sus pensamientos, para la creación de su conciencia por medio de su voluntad. Que esto puede ser difícil es muy natural, porque la lucha contra hábitos entrenados con anterioridad es lo que, como quien dice, tiene que transformarse en conciencia habitual. Y la lucha contra los hábitos negativos es lo que precisamente se estimula por medio de las religiones humanas, pero de una forma no científica.
      Como hábitos negativos son, en realidad, lo mismo que el uso de energías de conciencia erróneas por el individuo, con lo cual su manifestación se transforma en un producto de este compuesto químico-cósmico negativo de las energías de su conciencia y, debido a ello, es de modo análogo desafortunada o demoledora para su origen, "la química cósmica" se transforma, así pues, en un factor imprescindible para el individuo en su creación de una manifestación perfecta.

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