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| La falta de una autoridad mundial como causa básica del estado de sufrimiento humano terreno. Desarrollo de una autoridad mundial |
98. Como los seres humanos terrenos se concentran en naciones y cada nación, en principio, constituye un individuo de una nación común mayor, y ésta todavía no tiene ningún gobierno básico, ningún sistema legislativo y jurídico, ninguna policía y, por consiguiente, se encuentra en el estadio evolutivo del hombre de la edad de piedra por lo que se refiere al sistema social, pero en cambio, en cuanto a armas mortíferas o medios de conquista, representa las más altas producciones de una mente genial, hemos llegado aquí al núcleo o causa básica del estado de sufrimiento material humano terreno.
Este estado de sufrimiento radica en la falta de un gobierno mundial superior, de un tribunal de justicia que abarque todos los pueblos, de una autoridad suprema que pueda salvaguardar, proteger y garantizar la libertad y el derecho a la vida de cada nación, cada pueblo y cada raza.
Pero para que una autoridad así, para que un sistema jurídico de este tipo pueda transformarse en algo fundamental, esta autoridad, este sistema tiene que transformarse en el poseedor de los bienes materiales.
Mientras no posea los bienes materiales, no tiene el poder y, por lo tanto, jamás puede transformarse en "justicia perfecta", sino que tiene que ser "un esclavo del poder" en vez de "un señor del poder".
Pero una justicia que es esclava del poder, en vez de ser su señor, jamás puede hacer que se cumpla la ley que rige la existencia, y la humanidad terrena tiene así que carecer de armonía y paz mundial mientras no haya un gobierno mundial internacional, representando toda la humanidad terrena, que posea los bienes materiales y, de este modo, constituya "la justicia unida al poder".
Todas las fuerzas del "principio creador divino" luminoso se fundan en el hecho de dirigir toda la evolución, tanto en el campo material como religioso, hacia una base común, hacia la unidad. Y en esta evolución, tal como hemos dicho, la justicia o el conjunto del sistema legislativo y jurídico ha llegado alrededor de todo el mundo a lo que llamamos "poder público". Como los poderes públicos, a su vez, constituyen principalmente unidades nacionales o zonas entre las que a veces hay grandes abismos y falta de comprensión mutua y colaboración, esto significa que el sistema legislativo y jurídico de la humanidad terrena aún se encuentra en un estado semejante al de una nebulosa, en un estado que consiste en partículas dispersas. Es una máquina cuya rueda todavía no está totalmente montada. Y al igual que la máquina no puede usarse mientras no esté montada, el sistema legislativo y jurídico humano terreno tampoco puede crear armonía, seguridad ni paz para la humanidad terrena mientras cada una de sus partes, los poderes públicos, no estén unidas constituyendo "un poder mundial coherente e inseparable, una barrera que la injusticia no pueda franquear" y, de esta manera, garanticen un reino de paz en la Tierra que abarque todo el planeta. El paso primero y más fundamental hacia la armonía mundial, hacia la paz en la Tierra, será el desarrollo de una autoridad mundial. El sistema legislativo y jurídico jamás puede ser una garantía para que haya justicia, paz y seguridad mientras sólo sea un tribunal para individuos. También tiene que ser un tribunal para naciones. Tiene que evolucionar de modo que pueda obligar a naciones a admitir su responsabilidad. Cada nación participa en las condiciones de existencia del conjunto de la humanidad terrena y no puede legítimamente seguir careciendo de responsabilidad por su modo de actuar con respecto a otras naciones. |
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