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El hombre terreno sometido a las condiciones de vida del reino animal y del reino humano. Las figuras heroicas de la moral oscura y lo esencial de esta moral  70. Para comprender verdaderamente el estado de conciencia de los seres vivos hay que comprender las condiciones de vida en que viven. Éstas son, naturalmente, de naturaleza muy diversa y, tal como posteriormente se desprende de "Livets Bog", dividen por consiguiente la existencia en diversas zonas o reinos; con respecto a esto ya sabemos que el hombre terreno aún pertenece a lo que llamamos "reino animal", y que hasta cierto punto también representa el futuro "reino humano" verdadero. Como el hombre de la Tierra pertenece, de este modo, en parte al reino animal y en parte al reino humano, también está en parte sometido a las condiciones de vida del reino animal y en parte a las del reino humano. La existencia cotidiana del hombre de la Tierra se manifiesta, de este modo, como una lucha entre estas dos formas de condiciones de vida. Dado que el reino animal aparece como la culminación del estado material o físico, en este reino las condiciones de cada ser dependerán de su posición material o física, lo cual con respecto a los animales, significa que se trata de tener la mayor fuerza física, de tener los dientes, las uñas y el pico más afilados. Por lo que concierne al hombre terreno, su posición animal se manifiesta, en cambio, por medio del mayor ejército y flota, los mejores fusiles, espadas, cañones, bombas, etc. Esto significa, a su vez, que donde estas realidades están presentes o se tiene una gran cantidad de ellas a disposición, allí existe el mayor poder material. Como este poder es, por consiguiente, una condición de vida en el reino animal, ya que sólo el fuerte puede ganar o abrirse camino, dicho poder se transforma en el máximo ideal en la parte de la conciencia del hombre terreno que todavía pertenece al reino animal y, de este modo, está moralmente justificado en esta capa de la conciencia. Las figuras heroicas de esta moral están constituidas por quienes victoriosos, a causa de su fuerza, han vencido a los débiles haciéndolos servidores, esclavos o súbditos, se han apoderado de sus bienes, han sometido su patria y su zona de origen, etc. Pero cuando las figuras heroicas de esta moral son de una naturaleza así, esto expresa, por consiguiente, que el débil, a este mismo nivel de conciencia, no tiene ningún derecho, sino que todas las nociones de derecho aquí sólo se pueden conferir con el poder. En el reino animal poder es, de este modo, lo mismo que derecho. Los seres que no tienen ningún poder no tienen ningún derecho y están sometidos a los seres que tienen el poder. Y aquí tenemos lo esencial de la moral de la irradiación oscura.


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