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| Reformadores. Sectas religiosas. Naciones espirituales | 62. Hemos tenido que presenciar que el impulso mundial en forma de catolicismo, a pesar de haber disfrutado durante diecinueve siglos de la compañía de Jesús de Nazaret, que representa la forma más luminosa y pura de este impulso, ha tenido que hacer directamente uso de hogueras y excomuniones para poder, de alguna manera, ser aceptado. Ha tenido que adueñarse del poder sobre reyes y emperadores precisamente porque, en realidad, éstos en aquellos tiempos muchas veces sólo eran jefes de bandidos o jefes de bandas. Para atravesar esta coraza de oscuridad tuvo que revestirse él mismo de una coraza. Y gracias al catolicismo la barbarie ha sido destruida, y millones de seres humanos han asimilado tanto del impulso luminoso que pueden comenzar a comprenderlo en una forma tan pura como lo era la forma con la que salió de los labios del Nazareno. Así pueden comenzar a distinguir entre esta forma pura y "las callosidades" que más tarde le han salido al oponerse a la irradiación oscura. El resultado de esto ha sido, a su vez, que dichos seres se han alejado cada vez más de la cristalización y han comenzado a independizarse, han comenzado a querer separar la oscuridad que se había mezclado. A estos seres los llamamos "reformadores". Los efectos de estos reformadores han sido que en la cristalización han surgido escisiones. Han surgido nuevas tendencias religiosas, cada una de las cuales puede a su vez identificarse con una de "las sectas religiosas" que hemos mencionado anteriormente. El valor de estas sectas estará, naturalmente, en relación con su origen, y dichas sectas serán más o menos puras o impuras según su origen haya sido puro o impuro. Pero, dejando aparte la inspiración que dado el caso estas sectas hayan podido ser para sus miembros concretos, sólo han creado exteriormente escisiones y turbación, ya que cada una de ellas tiende a conquistar todo el mundo y pretende ser lo único que salva. Debido a ello estas sectas luchan fácilmente entre sí, especialmente cuando la mayor parte de los miembros de una secta de este tipo todavía no ha vencido lo que llamamos "intolerancia". Estas sectas suelen, de este modo, manifestar en muy alto grado turbación espiritual, suelen crear agrupaciones o fusiones que si el nuevo impulso mundial no hubiese, precisamente, comenzado a dejar sentir su efecto, se transformarían en naciones espirituales que se harían la guerra, y la evolución hacia un rebaño y un pastor se habría hecho, por consiguiente, imposible. Y es, precisamente, debido a esta turbación espiritual o religiosa que el nuevo impulso del principio creador puede ahora comenzar a arraigarse en el mundo. |
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