Lee y busca en El Tercer Testamento
| Superstición y adoración de los redentores del mundo. Diferencia entre el nivel evolutivo de los redentores del mundo y de los redentores macrocósmicos. Culto idólatra y paganismo como "verdadero culto a Dios en estado embrionario". Superstición |
59. Y difícilmente se pueda encontrar otra realidad a la que el hombre ha ligado tanta superstición como, precisamente, lo ha hecho con su redentor del mundo.
En varios casos lo ha confundido, en realidad, con un "redentor de planetas" o "redentor de soles", ya que, en su superstición, han considerado que era el espíritu de la Tierra o, incluso, el espíritu del Sol; una identidad que, por consiguiente, es igual de absurda e imposible como el que una de las células del cerebro del cuerpo de un hombre tuviera que ser suficiente para poder contener o manifestar el conjunto de la manifestación total del espíritu de esta persona.
Pero debido a la superstición, este modo de concebir a su redentor del mundo ha llevado a los seres humanos todavía más lejos del hecho verdadero, ya que los ha llevado al punto en que han considerado que un ser tal era la misma divinidad y lo han adorado como tal.
Que esta relación equivocada entre el hombre y sus redentores del mundo no es de proporciones insignificantes se comprueba cuando, como consecuencia de la conciencia cósmica, se experimenta que, con respecto a la evolución, "los redentores del mundo" todavía tienen que recorrer un segmento de espiral casi completo, o más de cinco zonas o reinos de existencia inmensos, antes de alcanzar la esfera de conciencia en que se encuentra el ser-globo terrestre y más del doble de esta cifra para llegar al reino de existencia del ser-sol, sin hablar del ser-galaxia; para alcanzar su forma de experimentación de la vida todavía tienen que evolucionar a través de unos dieciocho reinos o tres segmentos de espiral.
Las dimensiones de esta distancia evolutiva son todavía más fabulosas cuando se comprende que todos los fenómenos humanos ya aparecen en miniatura en relación con el segundo segmento de espiral, al igual que los detalles correspondientes del mismo segmento, ya que el tiempo de existencia de un planeta, con sus millones de años, se considera de naturaleza microscópica en el tercer segmento de espiral.
En verdad, desde esta perspectiva el redentor del mundo es sólo una divinidad pequeña, y la adoración y el reconocimiento de que es objeto por parte del hombre, y que ya hemos nombrado, adquiere desde dicha perspectiva una alarmante igualdad con la idolatría y el paganismo. Pero esto se puede considerar como una circunstancia muy atenuante cuando desde la misma perspectiva se ve que idolatría y paganismo en realidad son lo mismo que "verdadero culto a Dios en estado embrionario", y que este reconocimiento, anteriormente nombrado, con que los seres consideran a su redentor del mundo ha sido creado por la admiración y el amor que le tienen a este ser, debido a que su manifestación o concretización visible de la Divinidad es la mayor que ha tenido lugar hasta el momento para todos ellos. Y como por el momento las facultades intelectuales de estos seres no podían medirse con sus facultades afectivas, tenía que surgir necesariamente en su conciencia la discordancia que llamamos "superstición". La superstición es una realidad que surge cuando el sentimiento de un individuo es tan relevante que por medio de él puede experimentar realidades que aún no tiene inteligencia para poder revestir de imágenes lógicas o de un verdadero análisis. Debido a esto, dicho individuo ha tenido que dar a sus relevantes experiencias de tipo afectivo unas imágenes, que tenían que presentársele a su muy inferior inteligencia como lo más verosímil. Por consiguiente, tales imágenes tampoco son, en realidad, imágenes intelectuales ni lógicas, sino imágenes afectivas. Y cuando estas imágenes discordantes se encuentran en su máxima manifestación podrán ser reconocidas como "superstición". |
Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.
Síntesis