Martinus: Livets Bog, volumen 1, apdo. 273.

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Apdo.:
(1-288)

Símbolo n.º 7

La organización de las energías del universo o la escala de evolución

La hilera de peldaños del medio o las "zonas de las energías básicas"

273. El símbolo n.º 7 representa una formación en forma de escalera con peldaños de diversos tamaños. La hilera de peldaños del medio ya la conocemos del símbolo anterior como expresión de las seis esferas o reinos de existencia. Por los colores vemos cuáles son las energías básicas que constituyen el fundamento de los reinos, y a partir de cuáles éstas han recibido nombre. La evolución de los seres vivos de una forma baja de existencia a una superior está, por lo tanto, simbolizada por medio de los peldaños mencionados que, a su vez, representan los grandes estadios fundamentales por los que todos los seres vivos sin excepción deben pasar. Por los colores vemos que los peldaños o estadios se repiten, de modo que cada séptimo peldaño representa la misma energía básica, es decir, cuando se han pasado seis zonas de energía se encuentra de nuevo la misma zona. Esto es lo mismo que decir que cada una de las seis zonas diferentes, el reino vegetal, el reino animal, el reino humano, etc., considerada en toda su extensión desde la imperfección hasta la perfección es infinita, y que por consiguiente no hay ningún límite con respecto a lo imperfecto o perfecto que un reino tal puede manifestarse. Pero según unas leyes eternas, que no son idénticas al resultado de un razonamiento previo, y a cuyo análisis volveremos más tarde, la evolución de los seres no se estimula permanentemente en cada reino concreto, si se estimulara permanentemente en un reino, los seres en cuestión no podrían jamás salir del reino en el que se encuentran en el momento. Los seres que se encuentran en el reino animal tendrían que seguir siempre siendo animales, y el hombre tendría que ser eternamente hombre, del mismo modo que las plantas y los minerales tendrían que seguir siendo lo mismo sin ninguna alteración. Pero esto es lo contrario de lo que pasa en la existencia. Cuando las facultades espirituales o sentidos físicos se han desarrollado lo suficiente, se ve que la evolución de los seres pasa por un segmento del reino vegetal, entra en el reino animal para, después de haber pasado una parte de este reino, avanzar entrando en el reino humano, y así continuando hasta que estos seres han pasado un segmento de todos los reinos. Entonces entran de nuevo en el reino vegetal, pero ahora no pasan por el mismo segmento que antes, sino por un segmento nuevo y más perfecto del mismo reino, y así continuando por todos los reinos del mismo modo que anteriormente, pero pasando por segmentos nuevos y más perfectos en cada uno de ellos. En el símbolo, cada uno de estos peldaños nombrados no representa, por consiguiente, toda la zona de la energía básica cuyo color lleva, sino que, al contrario, sólo representa un segmento concreto de dicha zona y, simultáneamente, indica la relación del segmento en cuestión con los segmentos de las otras energías básicas en el orden en que, en forma de evolución, los pasa el ser vivo.
Como cada peldaño del mismo color de la hilera del medio del símbolo representa, así pues, la misma zona de energía básica, aunque cada uno se limita a su segmento de ella, a esta hilera de peldaños se la calificará, de acuerdo con esto, como "las zonas de las energías básicas".

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