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El universo, el sistema de la Vía Láctea, el sistema solar y el globo terrestre como constituyentes de los grandes organismos en los que nuestros órganos o cuerpos viven y se mueven  270. El mayor ser vivo con que, de este modo, estamos en contacto es el propio universo que, claro está, por sí mismo constituye un organismo único y vivo apropiado para la manifestación de un ser correspondiente. Todos los otros organismos o cuerpos de seres vivos viven y se mueven en el organismo de este ser vivo.
      El mayor organismo con el que luego tenemos relación en nuestra experimentación de la vida es aquel que está compuesto del sistema de estrellas al que pertenece nuestro sistema solar, y al que en la vida cotidiana se le llama "sistema de la Vía Láctea". En el universo hay innumerables sistemas de este tipo, y sistemas que todavía son mayores, incluso hay los que muestran un tamaño o una forma de existencia tal que lo que llamamos sistemas solares y planetas se presentan en ellos como de átomos y electrones. Sin embargo, como una forma de existencia este tipo se encuentra fuera de lo que es de interés para "Livets Bog" no entraremos en mayores detalles. Pero la Vía Láctea en que nos encontramos constituye, por lo tanto, un ser vivo. En este ser hay, igual que en todos los otros seres vivos, órganos apropiados para su experimentación conjunta de la vida. Un órgano concreto del cuerpo de este ser constituye nuestro sistema solar. Pero como los órganos, a su vez, aparecen ante los sentidos cósmicos mostrándoles que cada uno de ellos, según su naturaleza, sólo puede existir constituyendo un cuerpo para un ser vivo, nuestro sistema solar se muestra aquí como constituyendo un ser vivo. Del mismo modo vemos que el globo terrestre forma, a su vez, parte de los órganos del sistema solar y, por consiguiente, también puede ser reconocido como un ser vivo. En él aparecen entonces todos los seres vivos que precisamente hacen su experimentación de la vida como "órganos" en la zona de la Tierra. Y a cada uno de todos estos seres, sin ninguna excepción, hay que considerarlo como una "unidad orgánica" de este ser, aunque no sea frecuente identificarlo como tal.


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