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La visión que la humanidad tiene del "bien" y del "mal" se modifica  26. Es, pues, un hecho que la humanidad ha estado sometida a lo largo de los tiempos a una evolución, siempre creciente, desde un estado menos perfecto a un estado más perfecto, y que sus facultades de observación son cada vez mayores de modo que éstas la capacitan cada vez más para distinguir entre "el bien" y "el mal", con lo cual de modo correspondiente va ganando cada vez más terreno en la zona del "bien". Esto equivale, a su vez, a que la frontera entre "el mal" y "el bien" sigue desplazándose de modo que la zona del "mal" se va haciendo cada vez menor. De este modo los seres descubren a veces que mucho de lo que antes creían que era obra del diablo, era en realidad obra de Dios. Ejemplos al respecto se encuentran cuando se miran retrospectivamente las leyes y las condenas del pasado y se ve cómo en nombre del "bien" los seres se consideraron autorizados a sembrar a su alrededor, con mano dura y medios de tortura terribles, muerte y horror por cosas que actualmente, debido a mayores facultades de distinguir entre "bien" y "mal", serían consideradas como puras bagatelas o insignificancias, pero que entonces se consideraron como delitos terribles y como obra del diablo. La humanidad temblará igualmente de horror en tiempos posteriores al pensar en muchas de las formas de manifestación actuales tales como la guerra y la mutilación, la vivisección, la pena de muerte, la alimentación de carne, la caza, la pesca, etc., manifestaciones todas ellas que son, en muy alto grado, acentuadamente animales, y que al individuo se le hace cada vez más imposible practicar a medida que sus facultades de sentimiento, inteligencia e intuición u órganos cósmicos, actualmente latentes, comienzan a desarrollarse.


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