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Las energías básicas del universo
Capítulo 7
Las energías básicas y las esferas de existencia
Todo es energía. Cada experiencia es una bendición divina  253. Todo aquello con que entramos en contacto, todo lo que podemos percibir, ya sea sonido, color o luz o, dicho brevemente, el conjunto de todo lo que constituye nuestra experimentación de la vida, aparece en su análisis básico como sinónimo de "energía" o "movimiento". Cuando hacemos la experiencia de ver sustancias líquidas, sólidas o gaseosas, cuando hacemos la experiencia de ver hermosos paisajes con nubes doradas, cielo azul, mares y continentes, cuando contemplamos construcciones, obras arquitectónicas y de arte de gran magnificencia, o cuando observamos la inmensidad y diversidad de cuerpos de los seres vivos, esto equivale, en realidad, a decir que sólo experimentamos una gran cantidad de diferentes formas de movimiento o vibración frente a cuyas constelaciones mutuas o a cuya proporción combinatoria reaccionan nuestros órganos de los sentidos. Y esta reacción es, de este modo, idéntica a cualquier realidad que pueda presentársele al ser vivo como constituyendo una "experiencia". Según su análisis cósmico, una experiencia no puede, por consiguiente, existir jamás sin ser idéntica a una combinación de energía que, debido a su modo especial de combinarse, crea una correspondiente reacción especial en los órganos de los sentidos del ser vivo, con lo cual dicha experiencia se caracteriza, precisamente, por tener una naturaleza que diverge de modo particular de otras experiencias equivalentes. Y la experimentación de la vida adquiere así los detalles y el colorido que hacen que no pueda existir jamás sin ser calificada en su más elevado análisis básico de "una bendición divina" para el ser vivo.


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