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El límite físico del mundo no existe en forma de distancia sino como un estado. La percepción del individuo más allá de las fronteras físicas. El hombre terreno como un ser físico y espiritual  237. Allí donde cesan el espacio y el tiempo, también cesa la percepción física. Pero este cese del espacio y del tiempo no puede definirse como un cese de la esfera de existencia física o material en forma de distancia, en kilómetros o medidas materiales, al contrario, por este camino no se llegará jamás a ningún límite, un límite de este tipo no existe. Se podría medir eternamente kilómetros y más kilómetros, planetas y más planetas, galaxias y más galaxias sin llegar en absoluto a un final. La esfera de existencia física o material no tiene, desde este punto de vista, ningún límite. El límite de la esfera física de existencia comienza allí donde no se puede llevar el cuerpo físico. Si un individuo, pues, no puede ir físicamente a otro planeta, no lo puede experimentar físicamente en el mismo grado en que puede experimentar físicamente el planeta en que se encuentra. Quizá sólo pueda ver físicamente este planeta desconocido como una pequeña estrella. La ulterior percepción de dicho planeta tiene que tener lugar por un camino espiritual. Este camino espiritual constituye, en sus primeros estadios primitivos, lo que anteriormente hemos calificado de "mundo de pensamientos". Por medio de él el individuo puede representarse dicho planeta. El que las diversas maneras en que se lo representa sean correctas o estén de acuerdo con los hechos reales dependerá de lo perfectos que sean los cuerpos espirituales del individuo en cuestión. Y ya hemos visto que, por lo que respecta al hombre terreno, este comienzo de la facultad de pensar ha evolucionado hasta lo que llamamos "ciencia", y que esta ciencia es el comienzo de la experimentación del mundo cósmico. Esto quiere decir, así pues, que en todas partes donde al hombre le es imposible percibir físicamente, continúa percibiendo en otro estado. Este estado es, por consiguiente, un estado de puro pensamiento o estado espiritual. El límite de la esfera de existencia física no existe en forma de distancia, es decir, en un lugar determinado, pero existe como estado. Al estado físico se le puede diferenciar de otro estado. Como este estado no físico sólo puede ser un estado espiritual, constatamos de nuevo que el hombre terreno, además de ser un ser físico en virtud de su vida cogitativa, o sea, de la vida de su pensamiento, también es un ser espiritual. Y las primeras consecuencias perfectas de esta vida cogitativa, que es sinónimo de vida espiritual, constituyen, de este modo, la experiencia total de la frontera del espacio y del tiempo.


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