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Una imagen del mundo, que se concibe teniendo el movimiento como base, es irreal  234. Dado que el individuo, en virtud de sus órganos sensoriales, está en movimiento, y aquello hacia lo que estos órganos se dirigen también está en movimiento, ¿cómo es posible entonces percibir una imagen verdadera del universo? Todo lo que se percibe es sólo percepción de movimientos en relación con otros movimientos. Nuestra propia percepción sólo es, claro está, la experiencia que hacemos de la discrepancia que hay en el momento presente entre nuestro propio movimiento y el movimiento propio de lo que nos rodea. La imagen del universo que nos creamos de esta experiencia o esta relación no es, por consiguiente, una imagen real del universo, es decir, no puede ser de ninguna manera expresión del "punto fijo" de la existencia o del universo. Por lo tanto, si suponemos que la relación entre nuestro propio movimiento y el propio movimiento de lo que nos rodea es "el punto fijo de la existencia", vivimos en una ilusión. En este caso, vivimos, pues, en una "verdad" que está en descomposición, por consiguiente, una verdad, que además es movimiento, representa transformación.


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