Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1-288) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Los cuerpos espirituales del hombre terreno se manifiestan como subconciencia, y su conocimiento se presenta en forma embrionaria o fetal. La ciencia humana terrena se encuentra en desarrollo y una vez llegará a ser el centro del mundo espiritual  226. Con respecto a lo que hemos descrito en el presente capítulo, la función del cuerpo físico sólo está en condiciones de darle al individuo experiencias con respecto a la percepción pero no al conocimiento, es decir, a la forma de conciencia dominante en las primeras zonas del reino animal. El hombre terreno se diferencia de los seres de estas zonas precisamente por el hecho de que, además de poder experimentar percepciones, también puede experimentar conocimiento. Mientras a la primera forma de conciencia se la puede calificar de física, a la última nombrada se la puede, al contrario, calificar de espiritual. Pero como los cuerpos espirituales del hombre terreno sólo aparecen en estado embrionario o fetal y, ante todo, sólo son todavía subconciencia, el conocimiento que el hombre terreno está en condiciones de adquirir sólo aparece, asimismo, en estado embrionario o fetal. Como el cuerpo fundamental que soporta la conciencia diurna del hombre terreno está constituido por el cuerpo físico y los sentidos físicos enraizados en él, proporcionando todos ellos experiencias de percepción, es decir impresiones físicas de tipo visual, auditivo, olfativo, gustativo y sensaciones comunes, estas experiencias de tipo perceptivo son, así pues, la primera base desencadenante de la incipiente función espiritual o creación de conocimiento del individuo. Este conocimiento es sinónimo de una incipiente revelación del mundo físico o material. Pero como el mundo material, según análisis cósmicos, sólo constituye la zona fetal de la existencia, el conocimiento o ciencia del hombre terreno sólo constituye, como anteriormente ya hemos dicho, la periferia del mundo espiritual. Pero la ciencia humana terrena no se detiene aquí, sino que está en evolución constante y una vez no solamente abarcará la periferia del mundo espiritual, sino también su centro o todos los demás reinos de existencia.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.