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| A lo que el individuo tiene acceso con su clarividencia cósmica allende el gran nacimiento |
218. El ser con una intuición avanzada o el ser que se encuentra allende el gran nacimiento tiene, pues, por medio de su clarividencia cósmica acceso a las copias de oro de existencias anteriores, que remontan a los estados animales comunes, al reino vegetal y mineral de existencias en remotos planetas.
Contempla incluso copias de oro de los panoramas totales de la evolución de planetas, soles y galaxias.
Tales realidades engendran así, en forma de copias de oro, las reacciones en los cuerpos espirituales superiores del individuo que provocan la experimentación de pensamientos o el proceso cogitativo o de pensar "desde arriba", del mismo modo que lo objetos físicos y las manifestaciones físicas engendran las reacciones que, a través de los sentidos físicos del individuo, originan el proceso cogitativo o de pensar "desde abajo".
Como una copia de oro es el resultado o idea que ha quedado de un desencadenamiento de energía que ha tenido lugar con anterioridad, el conjunto de todas las copias de oro existentes constituye las ideas o resultados del propio universo. Como las copias de oro son las ideas y los resultados del universo concentrados y purificados, el individuo en virtud del cuerpo de la intuición adquiere, de este modo, la facultad de ver "la historia del universo" desde dentro, historia en la cual también aparece el panorama de su propia eternidad pasada en forma de copias de oro. Cuando la facultad de la intuición ha evolucionado tanto que aparece en el individuo como una visión permanente, éste "ve" su propia existencia inmortal, las leyes de amor eternas e infalibles del universo, el universo como "un ser vivo", y experimenta, de este modo, como un hecho "la visión de una divinidad que todo lo irradia". |
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