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En el hombre terreno, la función de la intuición tiene lugar de una manera automática cuando éste se pone a tono con el amor. El hombre terreno todavía no experimenta la intuición como visión cósmica consciente, sino sólo como fragmentos de un conocimiento superior  215. Como el hombre terreno, debido al primitivo estándar de su cuerpo del recuerdo, todavía no percibe o no capta con su sentimiento sus propias copias de oro, su función intuitiva tiene necesariamente que ser insensible, del mismo modo que él es insensible cuando se corta las uñas o el pelo. El proceso intuitivo se experimenta, pues, en forma de "visión", no en forma de "sentimiento". Pero como el cuerpo de la intuición del hombre terreno todavía es un núcleo de embrión muy pequeño y débil y está encarnado en el cuerpo fetal de la inteligencia en un estado algo más avanzado, del mismo modo que éste, a su vez, está de nuevo encarnado en el cuerpo fetal del sentimiento, aún más prominente, que en la vida física del ser está encarnado en el cuerpo del peso o cuerpo físico, que desde hace mucho tiempo se ha transformado en el cuerpo fundamental del hombre terreno que soporta la conciencia, lo cual quiere decir que este hombre tiene en él su conciencia diurna fundamental, la visión intuitiva tiene una naturaleza que, de modo correspondiente, todavía es muy débil y que, como ya hemos dicho, se encuentra fuera del control de la voluntad del individuo y surge de un modo automático cuando su función intelectiva o de la inteligencia y su función del sentimiento se desencadenan como pura energía de amor. Entonces el núcleo del cuerpo de la intuición entra en funcionamiento, y el individuo en cuestión "ve" "la historia del universo" desde dentro. Este es el comienzo de la forma de vida que, cuando culmina, soporta la esfera de existencia que aquí en "Livets Bog" hemos llamado "el mundo divino". Pero como en el hombre terreno esta visión sólo es soportada por un núcleo embrional, tiene necesariamente que ser, de modo correspondiente, primitiva y presentársele a este ser de una forma todavía no consciente, lo cual quiere decir que éste todavía no lo experimenta de ningún modo como "visión", sino solamente como algunos fragmentos de un conocimiento o forma de conciencia superior que surgen repentinamente en el mundo de sus pensamientos. Estos fragmentos pueden, naturalmente, ser más o menos amplios, según lo purificado de bajas tendencias que esté el individuo.


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