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| El individuo no puede experimentar una visión cósmica permanente de las realidades espirituales antes de haber vivido el gran nacimiento | 206. Dado que, tal como ya hemos dicho, la función de la intuición tiene lugar en el hombre terreno fuera del control de su voluntad y sólo se manifiesta esporádicamente, lo cual significa en este caso en momentos de éxtasis o inspiración, el conocimiento que surge en la conciencia del individuo por medio de esta función no puede, por consiguiente, ser un conocimiento con una coherencia permanente de importancia tan considerable que la auténtica verdad eterna, es decir, los más grandes análisis o problemas de la vida se pongan totalmente al descubierto, sino solamente una revelación de estos problemas con interrupciones, correspondiendo su número al número de interrupciones que han tenido lugar en el estado de éxtasis o inspiración del individuo. Antes de que este estado se transforme en permanente, el individuo no puede, así pues, tener ningún conocimiento cósmico coherente y totalmente elaborado, sino solamente este conocimiento en fragmentos. Esto quiere decir, por su parte, que todo individuo que no ha experimentado el gran nacimiento no puede tener ninguna visión cósmica permanente, sino solamente destellos cósmicos de realidades eternas. |
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