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La función de la intuición aún no se encuentra bajo el control consciente del hombre terreno y sólo aparece esporádicamente. El hombre terreno tiene la función de la intuición de modo permanente  203. Como ya hemos dicho, uno no puede percibir o utilizar sus más elevados recuerdos espirituales o recuerdos compuestos de la más alta energía del sentimiento y de la inteligencia en forma armonizada únicamente con el cuerpo de la inteligencia. Estos recuerdos sólo pueden percibirse y usarse en virtud del cuerpo de la intuición. Mientras el individuo tiene más o menos conciencia de los traslados que, en virtud del cuerpo del recuerdo y en forma de razonamiento o reflexión, ha efectuado de los recuerdos de las percepciones auditivas y visuales corrientes teniéndolas, simultáneamente, bajo el control de su voluntad, en el hombre terreno, las percepciones y la utilización de los recuerdos espirituales superiores, que tienen lugar en virtud del cuerpo de la intuición, aún no están bajo su control consciente y no se presentan de modo permanente, sino solamente en los momentos en que en la conciencia del individuo en cuestión no tiene lugar ninguna intervención de la energía del peso, es decir, ninguna intervención de tendencias bajas. En tales momentos el individuo, en virtud de su cuerpo de la intuición, puede entrar en contacto con su más elevado material de recuerdos. Esto quiere decir, a su vez, que el individuo en tales momentos, aunque todavía de forma no consciente y, por lo tanto, solamente en virtud de la ley de la atracción y la repulsión, está en condiciones de poder usar sus verdaderos recuerdos espirituales más elevados, ampliando la facultad de reconocer a abarcar experiencias espirituales nuevas y más elevadas, un reconocer que, por su parte, es lo mismo que "conciencia cósmica" o "clarividencia", al mismo tiempo que también adquiere, naturalmente, la facultad de usar estos materiales de recuerdos tan elevados en favor de la creación de nuevas formaciones de imágenes espirituales y, así, aumentar su facultad creadora. Como incluso los seres humanos terrenos más evolucionados todavía están principalmente inmersos en las funciones físicas de los recuerdos de percepciones, es decir, en las funciones menos evolucionadas del sentimiento y de la inteligencia, y sólo entran esporádicamente en contacto con la función del amor puro, y la función de la intuición sólo puede tener lugar bajo ésta, las experiencias intuitivas sólo son, de modo correspondiente, esporádicas. Cuando el cuerpo fetal del sentimiento del individuo llega a estar tan evolucionado que puede soportar su conciencia diurna y ya no sigue siendo un cuerpo fetal, entonces el individuo se queda permanentemente en su función amorosa y, de este modo, también permanentemente en su función intuitiva que, así, pasa bajo el control de la voluntad, del mismo modo que la función de la inteligencia ya lo está actualmente en el hombre terreno.


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