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El nacimiento de "la clarividencia" o facultad del individuo de experimentar el fundamento del universo, "la verdad eterna" o la incipiente "visión de Dios"  194. A medida que el material de las experiencias espirituales del individuo se transforma en verdadera energía de amor, "las imágenes" o recuerdos de sus experiencias, "que se han quedado reflejadas" en la conciencia, se han refinado de manera correspondiente. Pero a medida que los recuerdos se van refinando, ya no pueden seguir siendo percibidos o experimentados solamente por medio del cuerpo de la inteligencia. Del mismo modo que los recuerdos de las percepciones no se pueden "trasladar de un sitio a otro" con el cuerpo físico, con el cuerpo fetal de la inteligencia tampoco se pueden experimentar o percibir recuerdos, que han alcanzado un grado tal de refinamiento espiritual que están formados por materia de puro amor. El individuo sólo puede trabajar con recuerdos de este tipo cuando el trabajo conjunto entre el feto del cuerpo del sentimiento y el feto del cuerpo de la inteligencia ha alcanzado una armonía y pureza tal que el germen de un nuevo cuerpo espiritual puede comenzar a desarrollarse en su conciencia. Por medio del trabajo conjunto entre el avanzado cuerpo fetal del sentimiento y el cuerpo fetal de la inteligencia y el citado nuevo cuerpo fetal, el individuo está en condiciones de poder experimentar y crear con las materias o formas de energía más elevadas de la existencia. Esto quiere decir, a su vez, que éste, a medida que este nuevo cuerpo fetal se desarrolla, está en condiciones de poder percibir el material de los recuerdos más elevados de la existencia, es decir, las imágenes armonizadas que son reflejo de las más altas experiencias del sumo saber y de los sentimientos más nobles que están en armonía y que juntamente representan la perfección y pureza, que aquí, en "Livets Bog", expresamos como "el amor verdadero", lo cual favorece su facultad de reconocer, que, de este modo, llega a su culminación. Como la facultad de reconocer puede, a lo largo de todos los estadios evolutivos, ser equiparada al factor que decide el área de experiencias conscientes del individuo, éste, en virtud de la incipiente función del citado nuevo cuerpo fetal, comenzará así a experimentar la culminación de la más alta forma de experimentación consciente. Dado que el fundamento de la existencia de todo el universo aparece como idéntico a unas realidades formadas por la más alta energía de la inteligencia y la más noble energía del sentimiento, que juntas son pura energía de amor, y dado que el individuo con la incipiente función del nuevo cuerpo fetal comienza, precisamente, a poder percibir o experimentar con esta energía, la función de conciencia vinculada al nuevo cuerpo fetal es, en realidad, la incipiente facultad del individuo de experimentar el fundamento o base del propio universo, experimentación que, a su vez, es lo mismo que la incipiente experimentación de "la verdad eterna" o la incipiente "visión de Dios". A esta facultad o modo de ver tan elevado se le ha dado aquí, en "Livets Bog", el nombre de "clarividencia cósmica". Al cuerpo que soporta esta experiencia tan elevada se le ha dado, en este mismo libro, el nombre de "cuerpo de la intuición", del mismo modo que el reino, en que dicho cuerpo culmina o ha evolucionado hasta el punto de poder soportar la conciencia diurna del individuo, es descrito en posteriores capítulos con el nombre de "el mundo divino".


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