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El individuo comienza a poder experimentar y crear "dolor" y "alegría. La vida afectiva evoluciona transformándose en "amor"  193. A medida que avanza la evolución, la facultad de percepción o de sentimiento del hombre terreno se desarrolla cada vez más, lo cual quiere decir, a su vez, que esta facultad pasa cada vez más a la esfera que le es propia. Mientras en los animales y los seres humanos de las zonas primitivas, esta facultad sólo puede esencialmente activarse a base de la colaboración del feto del cuerpo del sentimiento con el cuerpo físico, mucho más superior y totalmente desarrollado, mediante lo cual el dolor puramente físico o las formas de percepción groseras pueden experimentarse, cuando el feto del cuerpo del sentimiento está mucho más desarrollado, pone al individuo en condiciones de experimentar lo que percibe en la esfera propia del sentimiento. Esto quiere decir, por su parte, que este individuo, además de poder experimentar las reacciones que tienen lugar entre su cuerpo del peso y la energía del peso del exterior, que a su vez es lo mismo que las formas físicas puras de dolor y bienestar, poco a poco, a medida que dicho cuerpo fetal va adquiriendo cada vez más fuerza, también puede comenzar a experimentar las reacciones que tienen lugar entre este cuerpo y la energía del sentimiento del exterior. Del mismo modo que las reacciones a que da lugar la interacción entre el cuerpo del peso y la energía del peso del exterior producen placer y malestar o bienestar y dolor en la esfera del peso, las reacciones de la interacción entre el cuerpo fetal del sentimiento y la energía del sentimiento del exterior producen placer y malestar o bienestar y dolor en la esfera del sentimiento; pero aquí el bienestar y el dolor se manifiestan como "alegría" y "dolor" respectivamente. Además de experimentar bienestar y dolor en la esfera del peso o física, el ser evolucionado del reino animal también puede, de este modo, experimentar bienestar y dolor en la esfera del sentimiento. Pero como la esfera del sentimiento no es una esfera física, sino espiritual, esto quiere decir que el dolor y la alegría son, en realidad, de naturaleza espiritual. Y de nuevo vemos aquí cómo la existencia cotidiana del hombre terreno transcurre, en su mayor parte, en el mundo espiritual. Pero a medida que el individuo adquiere la facultad de experimentar las percepciones en la propia esfera del sentimiento, adquiere también la facultad de manifestarlas de nuevo. Así adquiere la facultad de procurarles conscientemente a sus semejantes alegría o tristeza. Como es natural, esta manifestación de sentimientos no causa particularmente alegría en sus primeras zonas evolutivas en las que el cuerpo del peso y la energía del peso todavía desempeñan un papel muy grande y por consiguiente, según posteriores análisis, hacen que dicha manifestación se desencadene en forma de egoísmo, codicia, intolerancia, además de todas las otras formas de tendencias propias de un nivel inferior de conciencia. Estas tendencias son, pues, manifestaciones de sentimientos primitivos. Pero a medida que se desarrolla el feto del cuerpo del sentimiento y entra en contacto con el feto del cuerpo de la inteligencia, y la colaboración que tiene lugar entre estos dos fetos de estos cuerpos se hace cargo de la colaboración que tiene lugar entre el cuerpo del peso y el feto del cuerpo del sentimiento, y el individuo, por medio de esto, empieza a poder trabajar con una energía del sentimiento y una energía de la inteligencia armonizadas, lo cual es lo mismo que "energía del amor", las experiencias que hace el individuo con el sentimiento y sus manifestaciones pasan a formar parte de lo que llamamos "amor puro". Y estas manifestaciones son lo que comúnmente definimos con el concepto "sentimiento". Cuando, de este modo, decimos que una pieza de música "se toca con sentimiento", este "sentimiento" es la expresión de la manifestación física de una percepción espiritual que se encuentra tras la interpretación física de esta pieza. Los impulsos más nobles de sentimientos, tales como "generosidad", "abnegación", "compasión", "tolerancia", etc., proceden del mismo nivel de conciencia. Las manifestaciones de sentimientos forman, pues, una escala de modos de expresar la vida que van desde "el odio" hasta "el amor".


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