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La energía del amor domina la energía del peso. La humanidad terrena comienza a ponerse en contacto con la atmósfera de la zona del amor  169. El hombre terreno se encuentra, pues, en una zona evolutiva en la que la energía del sentimiento y de la inteligencia luchan con la energía del peso para alcanzar la hegemonía. Como la energía del peso es el factor más importante del reino animal o mundo material, y las otras dos formas de energía citadas constituyen los factores que soportan el reino que viene después del reino animal, a saber, el verdadero reino humano, vemos cómo precisamente lo que aquí tiene lugar es la lucha contra las tendencias animales y el desarrollo de las tendencias humanas. Y poco a poco, a medida que los seres se acercan al estadio del verdadero reino humano, el sentimiento y la inteligencia forman una armonía cada vez mayor, se transforman cada vez más en energía del amor. Ésta entonces sujeta o domina, a su vez, la energía del peso, y surge el verdadero reino humano o zona del amor. Gradualmente, a medida que la humanidad en evolución se acerca cada vez más a esta zona, entra también cada vez más en contacto con su atmósfera o fragancia que, manifestándose precisamente como grandes ondas o impulsos, envuelve con ciertos intervalos a dicha humanidad. A estos impulsos ya los conocemos con el concepto de "impulsos cósmicos mundiales", además sabemos que la Tierra está actualmente poniéndose en contacto con un gran impulso nuevo de este tipo, así como que, hasta un cierto grado, todavía está dominado por un impulso anterior que hemos dado a conocer con el concepto "el viejo impulso mundial".


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