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Tercera categoría del grupo B. Una inteligencia mucho más relevante que el sentimiento. Los seres que son nuevos con respecto a la civilización y que no asumen la responsabilidad de las transgresiones de sus leyes. La vida afectiva de los seres se desarrolla.  146. Tercera categoría del grupo B. En esta categoría, tal como en la tercera categoría del grupo A, hay seres con una inteligencia algo más destacada que su sentimiento. Estos seres no están, por consiguiente, demasiado inclinados a la religiosidad y, como consecuencia de ello, se manifiestan con unos conceptos morales muy primitivos. Forman un tipo de seres para los que, tal como sucede con una parte de los seres de la tercera categoría del grupo A con los que están emparentados por lo que respecta a la conciencia, la civilización es algo nuevo, y entran, en mayor o menor grado, en conflicto con sus leyes. Que la civilización es algo nuevo para ellos significa aquí que son seres cuya vida o existencia terrena es la primera en esta civilización y, debido a ello, están en muy alto grado dominados por su estado innato de hombre primitivo. De tales seres, los individuos de la presente categoría son, naturalmente, los últimos que han entrado en contacto con la civilización o sus miembros más jóvenes, mientras que los mismos seres del grupo A han formado parte de la civilización algo más de tiempo, a pesar de que su existencia civilizada también debe considerarse relativamente reciente. Como los seres de la tercera categoría del grupo B no tienen una inteligencia tan desarrollada como los seres de la misma categoría del grupo A, sus delitos tampoco son de unas dimensiones tan grandes como los de éstos. Pero todos los seres de la tercera categoría, tanto los del grupo A como los del B, no tienen en general ningún sentido de responsabilidad con respecto a infringir las leyes de la civilización. Y en los casos en que no las infringen, es única y exclusivamente porque temen el castigo. Pero a medida que estos seres van formando parte, cada vez más, de la civilización, se ven afectados por grandes sufrimientos, y por medio de ellos se desarrolla su vida afectiva y con ella su receptividad para "la conversión" al viejo o al nuevo impulso mundial, según pertenezcan al grupo B o al grupo A respectivamente.


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