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Subcategoría primera. "Los guardianes del umbral del vestíbulo del gran nacimiento". Los pioneros del nuevo impulso mundial  125. Subcategoría primera. Los seres más evolucionados de la primera subcategoría están muy cerca de los seres de la primera categoría, ya que, con respecto a la evolución, a su inteligencia le falta muy poco para alcanzar el mismo nivel que su sentimiento. La vida de su conciencia sólo puede, por esto, estar afectada por explosiones o manifestaciones de poca importancia. Estos seres han adquirido, pues, en gran medida muchas de las cualidades que caracterizan a los seres de la primera categoría pero de una manera más incompleta. Esto es lo mismo que decir que sólo son totalmente humildes, tolerantes y altruistas periódicamente, cosa que sucede en los periodos en que su inteligencia es lo suficientemente fuerte para sustentar una aversión o animosidad con respecto a la ambición, el egoísmo, la intolerancia, la soberbia y el consumo de carne y drogas. Estos seres en cuestión pueden, en tales periodos, ser extraordinariamente receptivos para fuerzas espirituales puras y, en ciertos casos, pueden experimentar los primeros débiles síntomas precursores del gran nacimiento. Pero como esta estimulación de la voluntad, desde el punto de vista de la inteligencia, aún no se ha convertido en una costumbre, inclinación ni disposición natural, tras el transcurso de un cierto tiempo pierde fuerza o se relaja, y las bajas tendencias dominan de nuevo la conciencia de estos individuos, aunque, como es natural, no de un modo grave. Los seres de la primera subcategoría de la segunda categoría no pueden, por consiguiente, llegar jamás a ser asesinos ni ladrones, su desarrollada religiosidad o estándar moral son demasiado elevados para ello. En cambio pueden ser pesimistas y, como todavía tienen en su conciencia restos de ambición y menores formas de egoísmo y, en relación con ello, se han hecho ilusiones más o menos falsas que no siempre llegan a realizarse, debido a esto todavía pueden sentirse decepcionados y estar enojados, lo cual, a su vez, puede dar lugar, en el peor de los casos, a melancolía y hacer que tengan complejo de mártires con las correspondientes desafortunadas reacciones de los microorganismos de su cuerpo físico. Pero, gracias al estándar espiritual verdaderamente bien desarrollado de estos seres, tales periodos oscuros o pesimistas son solamente de tipo pasajero, y especialmente en los casos en que han estado en contacto con los síntomas precursores del gran nacimiento. Un contacto divino de este tipo no puede olvidarse jamás, y siempre brillará como una luz en la oscuridad para el ser que una vez lo ha experimentado, este ser encontrará, una y otra vez, fuerza en él y, con su ayuda, finalmente divisará de nuevo la tierra perdida, llegará a un estado de optimismo sano y natural, un estado que tendrá una naturaleza permanente cuando la inteligencia del individuo llegue a estar tan fuertemente desarrollada que impregne, como una costumbre o una tendencia natural, su vida afectiva con un buen sentido totalmente sano y lúcido, no sólo desde un punto de vista teórico sino también práctico. Pero hasta que esto suceda, tendrá sus mayores o menores recaídas. Esto quiere decir, a su vez, que mientras el individuo todavía tenga en su conciencia tendencias primitivas o bajas que no domina, no puede llegar a estar permanentemente en una zona de conciencia superior, lo cual en este caso quiere decir "el vestíbulo del gran nacimiento".
      El individuo de la segunda categoría puede, por consiguiente, encontrarse en dicho "vestíbulo" mientras su baja naturaleza esté en calma,pero tan pronto como ésta empieza a dejarse sentir no permanece allí, sino que, aunque de manera imperceptible, ya se ha encerrado fuera. Nadie puede, pues, de ningún modo procurarse residencia permanente en esta zona o vestíbulo a base de ambición o propósitos egoístas, sólo puede hacerlo estando espiritualmente purificado de, precisamente, tales propósitos o tendencias. Las disposiciones y las pasiones bajas y egoístas del individuo se transforman así en un obstáculo insalvable para llegar al gran nacimiento total o a la plena conciencia cósmica y son, en sí mismas, una protección contra la mutilación o la catástrofe que, según veremos más adelante en "Livets Bog", supondría para el individuo en cuestión y para todo lo que lo rodea una obtención temprana de este nacimiento. Los aspectos no desarrollados del individuo pueden considerarse como "los guardianes del umbral del gran nacimiento".
      Dado que, por lo que respecta a la evolución, los seres de la primera subcategoría de la segunda categoría están tan cerca del vestíbulo del gran nacimiento que, al igual que los seres que se encuentran en él, no manifiestan grandes exigencias, deseos ni necesidades materiales y, debido a ello, se les encuentra en la mayor parte de los casos, tal como a éstos, en ocupaciones subordinadas y modestas. Pero, sin embargo, hay algunas pocas excepciones, hay casos en que algunos de entre estos individuos, debido a que tienen relevantes facultades como artistas y escritores, no han podido pasar desapercibidos, del mismo modo que, de vez en cuando se puede encontrar en la misma subcategoría a seres que, desde el punto de vista económico, tienen más de lo que su modesta existencia requiere para su mantenimiento, pero estos seres aparecen siempre como los instrumentos elegidos por la Providencia para apoyar y ayudar económicamente la difusión de la cultura espiritual, ya que estos seres tienen las cualidades necesarias para dar en silencio sin exigir nada a cambio. Los seres de esta subcategoría también pertenecen a la zona de la infecundidad, pero en ciertos casos en esta subcategoría también puede haber seres que todavía forman parte de la zona del matrimonio. Como los seres de esta subcategoría han superado los dogmas y las sectas religiosas, o sólo en casos aislados se les encuentra como miembros de las asociaciones espirituales más avanzadas de los últimos tiempos, con cuyos elevados preceptos e ideales están en contacto, todos ellos sin excepción acogerán, tal como los seres de la primera categoría, todas las manifestaciones del nuevo impulso mundial de un modo objetivo o imparcial. Pero dado que, tal como ya hemos dicho, no se encuentran totalmente en equilibrio, sino que tienen aspectos inacabados, estos aspectos pueden en algunos casos hacer que no puedan seguir siendo imparciales o altruistas y empiecen a hacerse ilusiones o a tener esperanzas que no son totalmente claras y que, debido a ello, no pueden hacer armonizar con los primeros indicios del nuevo impulso mundial. Su encuentro con este impulso se convierte a veces, a causa de ello, en una fuente que perturba grandemente su conciencia. Pero ya sabemos que esto sólo significa el incipiente encuentro de todos estos seres con "el guardián del umbral", y que tales hechos, aunque pueden ser desagradables, sólo tienen como objetivo guiar a los aspirantes al "gran vestíbulo" a través de los lugares donde sus "vestidos" todavía no están limpios y de las pequeñeces que todavía tienen que poner en orden antes de poder pisar el santuario. Estos "guardianes" son, por consiguiente, un signo inconfundible de la cercanía del gran nacimiento, de la experimentación del reino de Dios en la Tierra. Todos estos seres sólo tienen motivos para alegrarse, porque gradualmente serán los verdaderos íntimos y pioneros del nuevo impulso mundial y, tal como los seres de la primera categoría, serán miembros del cuerpo fetal del reino divino en la Tierra.


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