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| El reino mundial y la felicidad relacionada con él se transforman en un hecho |
119. Pero como las energías de la irradiación del "principio creador divino" hace tiempo que se han convertido en un factor dominante en la evolución de la humanidad terrena y, debido a esto, han transformado en una realidad el hecho de que esta humanidad evoluciona del "reino animal" hacia "el reino humano" y no al contrario, y esta evolución sólo puede tener lugar a base del cumplimiento del gran mandamiento "Amaos los unos a los otros", y este cumplimiento, a su vez, según el plan divino con el mundo para con el hombre terreno, sólo puede realizarse en forma de las realidades o puntos anteriormente citados, el desarrollo de éstos y la consiguiente creación de un reino mundial divino que se apoya en ellos también aparecerá como una realidad absoluta.
Puede decirse que los grandes acontecimientos que de este modo tienen lugar en el presente siglo son idénticos a la transformación del estado nebuloso de la humanidad terrena en una existencia luminosa, son la agonía del reino animal en el cuerpo de la sociedad humana terrena, son la incipiente resurrección en la Tierra del reino humano cósmico. Es muy natural que estos acontecimientos no hayan podido y no puedan tener lugar sin ningún derramamiento de sangre mientras sigan siendo sinónimos de un combate que tiene lugar en una zona en que el odio, la venganza y la autodefensa luchan contra la esclavitud, el acaparamiento y la codicia. Un campo de batalla que muestra una reacción entre tales energías sólo puede producir cadáveres. Pero sobre estos cadáveres surge el mundo con una figura nueva y transfigurada, y la Tierra se transforma en una vibración de razón y amor, en una armonía de intuición y bienaventuranza. |
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