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La sociedad del hombre terreno como el único poseedor legítimo de bienes y el único empresario  107. Pero gracias a la evolución que ha tenido lugar a lo largo de las últimas centurias, el contraste entre la clase alta y la clase baja se ha reducido mucho y, por consiguiente, vemos que en la clase alta hay cada vez más figuras que son nobles, trabajadoras y activas en beneficio de toda la sociedad y, así mismo, que gradualmente se han ido dando, en alguna medida, mejores condiciones de trabajo y una situación de mayor libertad para la clase baja que en el pasado. Pero esta reducción de diferencias entre la clase alta y la baja todavía está lejos de haber llegado a su término y sólo finalizará cuando no exista ninguna de estas dos clases, lo cual es necesario que sea un hecho bajo la autoridad mundial. Ésta, en virtud del poder del conjunto de su administración, que se habrá desarrollado en armonía con la ley de la existencia, dará pruebas de que únicamente la sociedad de los seres humanos terrenos puede poseer los bienes materiales y que, de esta manera, estos bienes no pueden ser poseídos por ningún individuo aislado ni por ningún otro fragmento de la totalidad de seres humanos terrenos en forma de sociedades anónimas, fusiones de empresas, compañías comerciales, etc. Pero además, esta autoridad documentará así que sólo la sociedad de seres humanos terrenos puede ser "empresario", mientras que cada uno de los individuos sólo puede ser "trabajador". En el estado mundial perfecto ningún ser puede, pues, llegar al mundo para ser servido, sino que llega para servir.


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