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"La Sociedad de Naciones". "La Sociedad de Naciones" como un sistema legislativo y jurídico sin policía entre "individuos de la edad de piedra" armados. El altruismo como fundamento del reino mundial  101. También podemos constatar que la evolución ya ha comenzado a crear débiles tendencias hacia una autoridad mundial. Estas tendencias se presentan hoy como "La Sociedad de Naciones". Pero esta sociedad sólo puede considerarse, a lo sumo, como un "embrión" de una justicia mundial. No posee los bienes materiales y, por consiguiente, no tiene en realidad ningún poder tras sí. Al igual que los poderes públicos, está en muy alto grado sometida al "poder del dinero" y se transforma, de este modo, en su "vasallo" en vez de en su "señor". Entre los individuos (naciones) para los que tiene que ser sistema jurídico, es solamente una hermosa "idea", un "acuerdo impreso" que solamente puede hacer que sea respetado en los campos en que no interviene en el supuesto derecho de propiedad de "los individuos" (naciones). Todavía es, por lo tanto, un sistema legislativo y jurídico sin policía entre "individuos de la edad de piedra" armados(naciones), y sólo puede llevar a cabo la ley y el derecho en un campo en el que no entra en conflicto con este armamento. Pero esto es muy natural. Nada nace adulto. Y una realidad de tan gran envergadura como una autoridad mundial no puede empezar a tener existencia sin que tenga lugar un desarrollo con un crecimiento progresivo. Que una realidad de este tipo se crease en un día supondría nada menos que una catástrofe para miles de personas. Pero esto no dispensa, naturalmente, a ningún hombre terreno de su deber de trabajar para que un tribunal mundial semejante se cree lo más pronto posible.
      La Sociedad de Naciones o las tendencias que dicha sociedad manifiesta constituyen el comienzo de una autoridad mundial y, por consiguiente, el comienzo de la unión de todos los estados del mundo en un reino. Pero para que el resultado de dichas tendencias, es decir, una sociedad de este tipo se transforme verdaderamente en un tribunal o una justicia mundial, las naciones, que constituyen "los individuos" para los que tiene que ser un tribunal o una justicia mundial, tienen que entregar sus armas a dicho tribunal. Mientras sigan constituyendo un poder armado y la autoridad o tribunal que está por encima de ellos esté desarmado, esta justicia o autoridad no puede garantizar que se cumpla la ley y la justicia, del mismo modo que el sistema legislativo y jurídico tampoco podría garantizar seguridad y justicia en cada estado concreto si no tuviese policía, y si los ciudadanos fuesen armados. Pero de la misma manera que a los ciudadanos les está prohibido llevar armas, también se les impedirá a "los individuos" (naciones) del estado mundial llevar armas. Sólo el altruismo, representado en forma de la autoridad, la ley y la justicia mundial, puede ser el señor legítimo de los instrumentos homicidas. Pero para que esto pueda tener lugar, los habitantes de todos los países tienen que ponerse en contacto con el altruismo, lo cual en este caso quiere decir "internacionalismo". La evolución de la humanidad terrena, sean cuales sean sus formas, se encaminará hacia el internacionalismo o altruismo, que es lo único que puede constituir la base en la que puede descansar un reino mundial universal y divino.


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