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Índice de En torno al nacimiento de mi misión   

 

 
Capítulo 9
Mi deseo en relación con los lectores
Es posible que haya surgido en tu mente la siguiente pregunta en relación con mi persona: ¿«Significan estas exhortaciones que me has dirigido que tú «estás lleno del espíritu santo», que eres un «iniciado»»?; ¿debo acaso creer que eres un «redentor del mundo»? En relación con ello, déjame hacerte comprender inmediatamente que, con respecto a mi persona, no deseo ni pretendo que nadie «crea» nada en absoluto. Yo deseo solamente guiar a todo el mundo a examinar los hechos – que existen de un modo absoluto – con respecto a la manifestación del espíritu de Dios en un fenómeno físico visible; no importa en quién ni en dónde se manifieste. Y con ello, transformar la creencia en certidumbre, la ignorancia en ciencia. Deseo combatir cualquier culto de mi propia persona en beneficio de la creación del conocimiento de la auténtica existencia del espíritu santo.
      El hecho de que, con lo que antecede, haya dicho tanto, ha sido precisamente para no llamar la atención sobre mi persona, mi identidad privada. No soy tan ingenuo como para creer que un prestigio personal realmente firme o una posición durable, se creen por el simple hecho de hablar de sí mismo. Estoy totalmente de acuerdo con que sólo la demostración de los hechos auténticos puede ser material religioso para el hombre del siglo XX que se interesa por la ciencia, y que las simples «buenas palabras» solamente pueden «regocijar a los insensatos». Una alabanza de semejante nivel de conciencia, puede en realidad solamente ser pretendida por aquel que, en sí mismo, es un «insensato», y cuya ambición es insaciable; por aquel para el cual el deseo de residir en la cumbre, de ser admirado, venerado, halagado y adorado, es todavía una condición vital, es todavía su ideal; y para el cual, por tanto, todo lo demás en la existencia es accesorio, es de menor importancia.
      Pero, ¿cómo le sería posible a tal persona ser el instrumento sobrio, imparcial y puro por medio del cual la auténtica verdad se pudiera manifestar? En una persona en la cual el descubrimiento de la verdad tiene menor importancia que el alcance de la admiración y la adulación de sus semejantes, dicha verdad recibirá diversos matices o influencias que estarán en relación con el grado de veneración o adoración que dicha persona desee alcanzar. Y la consecuencia lógica, que debería ser que la verdad influyese sobre la persona, no podrá producirse. La persona será, por el contrario, la que influirá sobre la verdad; y la revelación de esta verdad, que tendrá lugar por medio de dichas personas, solo podrá ser una luz turbia y egoísta.


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