Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-54) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de Dos clases de amor   

 

 
Capítulo 6
¿Por qué los hombres no se han vuelto amorosos, por qué no aman con amor universal desde hace tiempo?
Si el amor universal no se ha convertido desde hace tiempo en un fenómeno general en el modo de ser de los hombres, aunque este mandamiento se ha predicado a lo largo de milenios desde miles de púlpitos alrededor de todo el mundo, se debe exclusivamente a que el amor universal es una facultad que, igual que otras facultades orgánicas, sólo puede surgir a través de un proceso de evolución. Por consiguiente, no puede surgir o ser el resultado de ningún mandato ni de amenazas de castigo, de amenazas de un infierno tras la muerte o de promesas de un paraíso, así mismo, tras la muerte. No es, de esta manera, un acto de voluntad. Muchos hombres quieren verdaderamente ser amorosos, pero descubren a menudo que lo amoroso o lo bueno que quieren hacer no lo hacen, y que hacen lo no amoroso o el mal que no quieren hacer. Por consiguiente, lo que falta no es la voluntad. Así pues, no pueden desplegar el amor al prójimo en el grado que querrían. La facultad de amor al prójimo o amor universal no está, de este modo, lo suficientemente desarrollada. Todavía no está tan desarrollada que se haya convertido en un modo de ser cotidiano que permanentemente lo domine todo en la vida de los hombres terrenos. Una facultad que no se tiene no se puede desplegar. Y si se tiene, en todo caso no se puede desplegar más allá del estadio hasta el que uno la ha desarrollado. Que esta facultad se está precisamente desarrollando en los hombres terrenos puede fácilmente observarse, dado que en algunos hombres está muy avanzada, y en otros se encuentra en su primer incipiente comienzo. El amor universal de los hombres muestra, así pues, grados altamente distintos de desarrollo. Por esto encontramos hombres con grados muy distintos de amor en su modo de ser. En el mismo grado en que esta facultad de desplegar el clima divino de pensamientos del amor universal falta en el modo de ser de los seres, éstos carecen de amor, son inhumanos e insensibles a los sufrimientos o situaciones desagradables de otros seres. En el mismo grado en que el amor universal falta en el modo de ser de los seres, dichos seres están todavía envueltos en su naturaleza y estado animal. En el mismo grado en que esta naturaleza se hace valer en la psique y modo de ser del individuo, este individuo no es en absoluto ningún «hombre» en su sentido más puro. Todavía es un ser mezclado. Hasta un cierto punto es animal y hasta un cierto punto es hombre. Representa un ser que está simbolizado en la internacionalmente conocida figura de «la esfinge». Esta figura tiene una cabeza de hombre y un cuerpo de animal y es, de este modo, el símbolo más importante del hombre terreno inacabado.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.