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| Índice de Dos clases de amor |
Capítulo 5
El clima de pensamientos que salva al mundo
¿Cómo se transforman los seres animales, homicidas, cuya capacidad mortífera en el peor de los casos es tan enorme o gigantesca, que sólo podemos calificar de «seres diabólicos», llegando a manifestar un modo de ser distinto y totalmente opuesto?
Estos seres del reino animal viven hoy, claro está, en una conciencia y un organismo que, en realidad, sólo es un estado de alerta para la guerra.
Los organismos de los animales son por sí mismos un arma orgánica, homicida, calculada para el ataque y la defensa mortífera, lo cual en gran medida es exigido para el mantenimiento de la vida de los seres en cuestión.
Los organismos de los hombres inacabados también forman parte del estado de alerta para la guerra.
Han mostrado que pueden ser verdaderos instrumentos orgánicos para inventar posibilidades refinadas y expandir el principio homicida o mortífero.
Con sus armas atómicas o nucleares han ampliado su capacidad de muerte y destrucción millones de veces.
Aniquilar a millones de hombres sólo es, en realidad, cosa de un momento, del mismo modo que con la misma capacidad de muerte y destrucción pueden aniquilar o destruir zonas de civilización y cultura vitales para naciones o estados enteros.
¿Tienen los seres verdaderamente una posibilidad de salir de este modo de ser belicoso y lleno de sufrimiento, de esta danza de muerte en los terrenos del infierno o cataclismo, de este paso por la culminación de la oscuridad? Sí, hay un camino luminoso, que todo lo irradia, que va de este infierno al paraíso, de esta oscuridad culminante directamente a la luz eterna. Este camino está cubierto de oro. Este oro es el clima de pensamientos más elevado de la vida. Este clima de pensamientos es el espíritu santo de la Divinidad eterna que, en forma del amor universal que todo lo vence, es la luz eterna en la oscuridad. Es el camino que conduce fuera del frío mundo de sombras y se dirige hacia las regiones soleadas más elevadas. El amor universal es la salvación del mundo. |
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