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Índice de Dos clases de amor   

 

 
Capítulo 47
La antipatía de los hombres unipolares hacia los hombres bipolares
Lo que origina la antipatía que hay en el ser unipolar hacia el hombre bipolar, en el que el amor universal comienza a tener una naturaleza profunda, es el principio que domina en el reino animal, a saber, el de aniquilar a los seres que son anormales. En el reino animal este principio es, en realidad, un principio humano. Los animales anormales o deformes y los animales inválidos y que no pueden servirse por sí mismos sucumbirían desamparados, posiblemente se morirían de hambre o de otra manera tendrían que sufrir una necesidad terrible y una muerte dolorosa, y por lo tanto los animales no tienen otro recurso para ayudar a los semejantes inválidos y lesionados de su especie que matarlos. No tienen, como los hombres, la gran cantidad de disposiciones de ayuda para los hombres inválidos, enfermos y desamparados, tales como hospitales, asilos para enfermos, asistencia social, etc. Por esto, la muerte es la ayuda más humana que los animales pueden dar a sus semejantes afectados gravemente por la enfermedad o desamparados. Cuando los hombres, por regla general, sienten asco o antipatía hacia los hombres cuya disposición para la simpatía desencadena una simpatía o amor mayor que el propio de la unipolaridad o amor de apareamiento hacia seres del propio sexo, esto se siente por estos seres todavía fuertemente unipolares como algo anormal, como algo no natural o una desviación. Y, claro está, cuanto más unipolares sean estos seres, mayor asco y antipatía sentirán hacia los seres con la gran simpatía, que es el comienzo del amor universal mismo que, de manera absoluta, se está desarrollando en todos los hombres inacabados. Esta persecución de los seres bipolares o seres con el incipiente amor universal por los seres fuertemente unipolares es, así pues, un resto de su precedente estado animal en su forma más pura.


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