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Índice de El camino al paraíso   

 

 
Capítulo 47
Desde el punto de vista cósmico, todos los seres vivos son objeto de un gran cuidado
Como hemos visto, no hay ningún ser vivo en absoluto al que se le excluya de lo que puede ser su paraíso en la zona espiritual, exceptuando las situaciones en la que está encarnado en el mundo físico. Y, como también hemos dicho, esta encarnación sólo tiene lugar para que el ser pueda aprender a pensar los pensamientos de Dios y así pueda crear con la misma perfección lógica que la creación de la Divinidad representa, y cuyos resultados son exclusivamente para bendición y alegría de seres vivos. Que los seres puedan abandonar este paraíso para nacer en el mundo físico, que es el mundo de la evolución, los experimentos, los errores y, por consiguiente, de las decepciones y los sufrimientos y no necesiten contaminar su paraíso o lugar más sagrado con estas virutas o productos de deshecho, que son el dolor y los sufrimientos, sólo puede ser divino. Pase lo que pase en la zona física, todos los seres tienen, como hemos visto, un paraíso que los espera, y en el que normalmente pueden en realidad entrar rápidamente cada vez que son liberados de su organismo físico decrépito o lesionado para más tarde poderse encarnar de nuevo en el mundo físico, cuando el deseo o añoranza de este mundo llega a ser demasiado grande. Imagínense a la sombra de qué amor tan divino se encuentran todos los seres vivos, tanto animales como hombres. Imagínense cómo, desde el punto de vista cósmico, se cuida a todos. Pero también es en la conciencia de una Divinidad donde todos vivimos, nos movemos y somos.


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